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Muchas personas en el mundo, crean un sueño de llegar a ser grandes poetas, pero asimismo como lo crean, lo van olvidando, como se olvida una casa en el campo rodeada de rocas en el horizonte, con montañas y rastrojo que combinan un cuadro tan bello y elegante que el lector no cree que la lengua del poeta, pueda describir un cuadro de una manera donde las palabras y los tintes van llegando, como la luz del amanecer a nuestra hermosa y bella vivienda.
Así que la poesía exige como el sol que las nubes en la madrugada se vayan disipando para llegar con unos cambios en el paisaje y tonos que igualmente, la pluma del lenguaje del poeta necesita aprender. Cuando busco entre las rocas y entre el corral, las bestias que al despertarse temprano, observan la aurora, veo en ellas, luces de amor y de sentimiento, por ese momento en que la casa se va transformando mientras la contemplo, desde el plan.
Para entrar en este mundo se necesita amar la vida en lenguaje, la filosofía y la literatura, que son sus páginas las que nos van iluminando y mostrando ese hogar y esa naturaleza, que empieza a despertar cuando el sol en su color amarillo tierno, comienza a mirar a cada uno de los vivientes que están rodeando la casa en esta pradera de mis encantos.
Y sucede algo tan inesperado, porque la doncella que más amo, hace bulla, se tropieza con un portillo que está abierto por el descuido de mis amigos, que no cerraron en la noche. Este tropiezo es la disculpa para levantarme habiendo escuchado un ruido extraño.
Y es el alambre de púas, con el que se crea el portillo que me llama como aliado ante el inminente amor que llega cerca a mi ventana. Yo respondo tanto al llamado del portillo, como al tropiezo de sus hermosas sandalias, que aunque todavía el día no se ha definido, se ven toda elegante, tranquila y fresca, cuando de pronto, me llama por el nombre.
Este servidor se levanta y así espontáneamente le saca el seguro a la ventana y la abre, y ella se conmueve ante la hermosura de este paisaje que ya está en su corazón, y en su interior, se está transmitiendo a través de las redes del amor.
Este poema lo escribo basado en lo que podemos encontrar en la naturaleza: casas nuevas y casas viejas. Metafóricamente el paisaje que nos rodea es así, sólo que depende de las mujeres mirar si en realidad la casa es nueva o es una casa antigua, donde vivieron nuestros padres.
Para todas las mujeres va nuestro saludo cariñoso, poético, literario y filosófico en el mundo de la belleza humana. Ninguna mujer se sienta menos que otra, porque el verdadero amor, no mira lo que miran los hombres sin cultura, sin ciencia y sabiduría.
Todas las mujeres del mundo son la razón de que nosotros los hombres, seamos románticos, amables y queramos disfrutar de su presencia, porque son cual perfume de la flor, cual néctar y el polen de la gracia que el hombre inteligente, valora y consume con sabiduría.
Es necesario que la mujer se valore aún más que las piedras preciosas, y su trabajo se pague con la moneda del valor y el respeto. Se necesita cultura, amor y educación, para poseer este tesoro que engrandece nuestra vida, nuestro conocimiento, nuestro amor, y nuestra economía.
Los invito a visitar este video que se titula: LA LICENCIA - C C J G, de una duración de: 2: 36, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=k4j__Jaj5iU
"Para el hombre sencillo, la mujer es tan valiosa, como el néctar y el polen para el colibrí"
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