domingo, 5 de mayo de 2019

LA PRIMERA ESCUELA


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La docente Elena G. de White, hace un llamado con respecto a un instructor especial, para cada hijo, el cual viene siendo la madre, que siempre debiera ocupar un lugar sobresaliente en esta obra de educar a sus hijos.

La educación en tiempos de antaño, todo lo más, recaía sobre la madre.  Por la sencilla razón de que los niños, siempre están más tiempo con ella, y entonces la labor de educar, digamos, se le facilita más a la mujer que al hombre, porque sus hijos están por naturaleza, bajo la mirada de la mujer que entiende que sus hijos, deben desarrollarse tanto físicamente como intelectualmente, desde su niñez.

Así que la mujer, juega un papel muy importante en el comportamiento y en el conocimiento que cada día, el niño asimila, tanto de la literatura, como del mundo físico que lo rodea.  Esta tutora nos llama la atención, porque es una educadora práctica.

Lo mismo que deben tener en cuenta los hogares y familias de hoy.  Uno de los problemas principales de la humanidad de hoy, es que sus padres, han tomado el atajo de la excusa que es del hecho de que todos trabajan, y los hijos han quedado en manos ajenas, y esto ha hecho que el mundo, se haya convertido en un campo de batalla.

Como así lo podemos observar a través de los medios de comunicación, que reportan noticias a cada instante de niños incluso y de adolescentes que están confundidos, y en esa confusión, incluso atacan a sus propios padres.

Esta psicóloga, como madre responsable entiende que el ocuparse de la familia, es algo saludable tanto para la madre como para el padre, que debe estar al unísono en las responsabilidades y educación de su prole.

En tanto que las tareas graves e importantes, descansan sobre el padre que debe haber estado preparándose desde su misma niñez, para esta academia del hogar donde los padres deben ser los primeros maestros.

Estamos en un momento en que la educación ha convulsionado, y a la realidad, los padres y las madres, no saben qué camino coger, al respecto.  Y el asunto no es que sea tan grave con respecto al conocimiento que es el que podemos ver a través de lo que hace la adolescencia y los adultos, por sus propias obras.

Es sencillo, tome responsabilidad, no engendre un niño si no tiene conocimientos sobre estas áreas, de cómo se va a tratar a esta criatura que merece todas las atenciones especiales, tanto de los padres y también de los tutores.

De esta manera el mundo científico, estará en una transmutación constante y sonante hasta llegar a lo que se profesa, simplemente de labios: la unidad.  Y que no tiene la gracia de buen trato y conocimiento para con el niño que espera ser bien tratado, y no desconectado de la vivencia íntima de sus propios padres.

Cuando la familia de la tierra entienda el llamado de la socióloga Elena G. de White, sin prejuicios, entonces se acudirá a traducir y a utilizar sus libros en bien de la humanidad.  La madre mediante una asociación constante con sus hijos, con su esposo y con la escuela o colegio, estará conectada, y esto le dará valor a ambos padres, para que los niños comprendan la necesidad del respeto y del amor por los demás, que siempre deben enfatizar.

Pero esto exige que los padres, estén conectados al conocimiento de las ciencias y la tecnología que estarán a disposición y la naturaleza y la literatura, no negarán el pan que estos pequeñuelos, necesitan para que el mundo empiece a cambiar desde el nacimiento de la familia humana.

Los niños, en su ternura, en su sencillez, serán como cachorros de león que serán preparados para los problemas cotidianos que ofrece el mundo, que aún no conoce la ciencia y la inteligencia educativa de nuestro cosmos.

Sus cerebros serán preparados para amar y no para murmurar, porque esto es lo que tienen los estamentos de nuestro jardín en conflicto.  Aquí hay conocimiento, unidad, educación y respeto.

Este artículo está basado en esta cita, que a la letra dice así: "La madre siempre debería ocupar un lugar sobresaliente en esta obra de educar a sus hijos.  En tanto que tareas graves e importantes reposan sobre el padre, la madre mediante una asociación casi constante con sus hijos, especialmente en sus años más tiernos, siempre debe ser su instructora especial y compañera."  (Conducción del niño, página 24, párrafo 3)

Cuando los padres respondan a este llamado, la familia de la tierra, va a comprender la belleza y la intensidad de la palabra: paz.  Que es tan necesaria que se promueva en todos los hogares del jardín, para que de resultados en la niñez, en la adolescencia y en la adultez del género humano.

Los invito a visitar este video que se titula: Mi nueva vida: Educación primaria para todos en India, de una duración de: 4: 38, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=MwuF4pSKN4o

"La madre sabia, promueve una asociación constante y sonante, en la educación de sus hijos"

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