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En el mundo de Carlos Trigos, mi padre, vivimos tantas experiencias de las cuales tal vez mis hermanos, pueden haber olvidado. Pero este servidor, puede contar algunas de ellas en este momento. Y es en el asunto de unidad, la que deseo narrar.
La gente hoy se queja de no tener o poseer una casa, pero en el mundo de Carlos Trigos, las personas tenían una sociabilidad bastante interesante, porque los asuntos como éste de primera necesidad para la familia, se resolvían poniéndose de acuerdo y entre la misma vereda, construían para la persona que tenía visión de estabilidad y tranquilidad.
Recuerdo que la casa de Ramón Santana y Yolanda Barbosa, se construyó con material sencillo, del mismo medio que le rodea, y es de madera y lodo. Y el propósito definido que tenía Ramón de construir una casa para su familia.
Varias personas cada una con su talento, estuvieron involucradas en este propósito, como Maximiano López, quien era el que armaba el bahareque, además entre ellas estuvo mi papá y este servidor, en este propósito.
También con la misma filosofía de unidad, talento y amor al servicio, se edificó la de Iván Santana, que aún permanecen hasta el día de hoy. El hombre sabio, piensa en su propia responsabilidad y no delega para resolver sus problemas a terceros, cuartos o quintos.
Así que Carlos Trigos, y estas familias, entre otras, no creían que el gobierno era el responsable de la vivienda para cada una de las familias de estas veredas. Vienen por tradición, el que cada uno debe construir su casa, ya sea antes de casarse para llevar a su esposa o después, según las circunstancias.
Esta cultura del convite es bastante impactante en el cerebro de la familia humana, que no tiene que esperar, sino que lo que hace es actuar. Entendiendo que teniendo amigos como los que tienen los Santana, en este caso y un poco de esfuerzo de parte de ellos, se logró el objetivo.
De igual manera, mi papá, nunca compró una casa, vivió en casas construidas de tabla y de palma, como en el caso del caño del azufre, arriba de bezote, en el cesar. En las fincas de Pablo, de Ramón, Pedro y Rafael Gutiérrez, quien recuerdo yo, siendo un niño, que eran los que poseían esas tierras.
Luego se construyó en Otaré, en la cancha más exactamente con el aval del amigo Luís José Duarte, muy conocido en nuestro pueblo, quien le permite en su terreno para que construya la casa donde finalmente moriría.
Así que Luís José, entendía muy bien las necesidades y tenía cultura para mirar cómo se resolvía el caso de una casa para la familia Trigos Jiménez. Y un día, se encontró con mi papá, y charlaron de muchas cosas, entre esas, Luís José, le propuso a mi papá, que construyera allí en la esquina de la cancha de Otaré, que él le daba su palabra.
Podemos entender lo del talento, Luís José, con su amabilidad y sabiduría, comenzó a proyectar la construcción de la casa en la cancha. Así que la parte de él, fue dar el permiso. De ahí mi papá, empezó a hacer el llamado a sus amigos Eliécer Lanzziano, Chamela Castro, Javier Lanzziano, Maximiano López y sus hijos, para realizar una obra tan satisfactoria, como es la casa, aunque fuese de bahareque.
Estos amigos, fueron los que estuvieron presente en el asunto de obra de mano. Mi hermano Miro Trigos y este servidor, colocamos el zinc nuevo. El día que fueron a ayudarnos a embarrarla, este servidor puso la comida y un trago para estos colaboradores, aunque algunos ya no existen, incluyendo a mi papá, algunas de las construcciones todavía están vigentes.
Quiero terminar este artículo teniendo en cuenta al señor Lolo Rodríguez, quien fue el que también tenía espíritu de unidad y convite, quien construyó el techo. A estas personas no he podido olvidar por sus obras, de las cuales las familias mencionadas aquí en el texto, hemos sido beneficiadas.
También hubo otras personas de la región que contribuyeron en menor escala, pero que para ellos sea nuestro agradecimiento y nuestro eterno amor, porque nos han dado ejemplo de que el hombre puede resolver sus asuntos con la cultura de una independencia de amor, de servicio, propósito y unidad.
Los invito a visitar este video que se titula: Mi Gran Amigo - Silvestre Dangond & Juancho de la Espriella - En Santa Marta, de una duración de: 7: 03, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=pWjQW5RgpcY
"He visto bajo el sol que el hombre sabio, no cuestiona los estamentos, sino que construye con su talento"
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