LA SORPRESA DEL DESTINO

 

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Un día un niño se encontró con el destino, y ese día estaba dirigiendo en ese lugar donde él siempre se vanagloriaba.  Y el destino miró al niño, y le dijo: te quiero invitar a mi castillo.  Y el niño le aceptó la invitación.

Luego que llegaron lo llevó a la parte más alta que el castillo tenía, y le mostró una ciudad muy hermosa y atractiva para el hombre que va y viene por el mundo del destino, sin percatarse de la vida que él les provee.

Y le propuso al niño que él quería que él surgiera, y el niño le dijo que no.  Entonces el destino se quedó mirándole a los ojos del niño, y le preguntó: tú ¿quién eres, realmente.?  Y el niño alzó sus ojos y le miró, y contestándole le dijo: yo soy el que había de venir a tu imperio, para decirte con mucho cariño que no a tus propuestas.

Porque veo que muchos han entrado en tu mundo ciegamente, sin entender que la vida tiene sólo una propuesta, y tú ofreces demasiadas ofertas en las que el hombre se embriaga con ellas y termina su vida miserable, sin saber realmente cuál es el verdadero destino.

Entonces el destino le contestó: me parece muy extraño y raro tu proceder, y el concepto que tienes sobre mi y la vida.  ¿Quién te enseñó a que me trates de esta forma irreverente en mi propio castillo.?  El niño volvió y abrió sus labios, y le dijo: En ti creen las naciones y los pueblos de la tierra que ignoran la suplantación y el sello de los hábitos malos y costumbres perjudiciales.

Que no conocen realmente la guía máxima de los hombres y familias pensantes.  Entonces el destino miró hacia el oriente y contempló que dos aves jugaban libremente en el cielo, y le contestó al niño en un tono bajo: tal vez tú tengas razón.

Creo que la humanidad se ha auto engañado y ha creído en una palabra, sin examen.  Mientras las aves se recreaban en el cielo, le fue cayendo una depresión al destino que ya podía notar el niño, que no tenía las fuerzas con las cuales lo llevó al castillo.

Luego el destino le preguntó al niño de dónde vienes y él le contestó: yo vengo de un lugar donde el pleito y la disputa, han permanecido por millones de años, y parece que todo esto estriba en querer algo apresurado.

Y sin cerciorarse de que las palabras tienen un significado y una connotación de vida para vida, o de muerte para muerte.  Dijo el destino: en realidad oigo tus palabras y parece que yo no he hecho nada como instructor de la vida.

Me he desviado te cuento, y tengo muchas riquezas en el mundo, pero no tengo una cosa tan interesante como la que tú tienes, que es la tranquilidad, la alegría y la seguridad que he podido leer en tus palabras, que son con un fundamento de sabiduría y de ciencia. 

Que me han impactado y necesito una copa de vino.  El niño le dijo: tú has vivido en la soledad, en el abismo del confort y supuestas legiones de amistad.  Entonces el destino le dijo: es cierto lo que tú dices, yo no tuve una instrucción como la que tú tienes.

Ni he podido pensar en la vida como tú me das esa esencia que tu verbo expresa con tranquilidad.  Te quiero invitar aquí mismo dentro del castillo, donde hay tantas personas que están en sus actividades de fin de semana.

Fuimos llevados a una mesa dentro de esa multitud, y la gente charlaba y se reía y hubo momentos en que artistas debutaban sus mejores canciones, mientras un servidor se acercó y ofreció sus servicios.  El destino dijo: tráeme dos copas de vino.

Enseguida llegó el pedido a la mesa y el destino sonriente, nuevamente tomó la copa con ligereza y se tomó casi media, y le dijo al niño: y tú ¿por qué no tomas?  El niño le contestó: porque yo no creo en el destino de las copas.

El destino dijo: me extraña tu actitud, el niño le contesta: tu filosofía la he conocido desde niño.  Le contestó el destino: ¿Por qué?  El niño le respondió: Porque tu vida lleva a los hombres a la soledad, lo separa y finalmente el destino los mata, y tú dices que eres la vida, más lo que tú eres, es un suplantador.

Pues debes saberlo bien, que yo soy una persona que no cree en este destino que tú les das, ni en la suplantación, por eso ha terminado hoy, tu tiempo.  El vino de la contienda y la enfermedad que he observado, te ha hecho vivir en la cultura de la soledad, apartado de la sabiduría y el equilibrio de los sabios.

Los invito a visitar este video que se titula: 02 ALMA HERIDA - DIOMEDES DÍAZ & EL COCHA MOLINA (1985 VALLENATO), de una duración de: 4: 11, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=0z0q9eEbeEk

"El cuento es el arte que se ajusta a la cultura, el arte y la literatura"