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El hombre siempre se hace preguntas, y como no halla la respuesta, mueren asfixiados los sistemas de su entendimiento debido a una simple razón. A que no se propone desarrollar o investigar tal concepto.
En este caso, vamos a analizar la filosofía que tiene que ver con el amor y su entorno. La primera definición que hace todo el mundo es que es simplemente el amor a la sabiduría. Entendemos que el amor a la sabiduría, está relacionado con todo y con toda la naturaleza.
Es amar la bandera que lleva el ejército del pensamiento que el filósofo tiene en pie, para advertir o avisar en el camino del desarrollo de ese amor, de esa vivencia y de ese romanticismo, que el ser humano lo vive por tiempos, más la idiosincrasia del filósofo, le ha preparado para que sea permanente como las cataratas del Niágara.
El filósofo adquiere un conocimiento con discernimiento que es el medio que le permite mantener siempre la plataforma del pensamiento, con una energía que a pesar de los tropiezos y calamidades que tiene la vida, la energía permanece estable. Así de esta manera hacemos una introducción en lo que tiene que ver la filosofía y el amor, y así podríamos decir con todo lo que se mueve o vive, bajo el sol.
Es la sustancia que está en el medio ambiente, debido a que las flores en este jardín humano, con sus diversos perfumes, colores y variedades, mantienen el ambiente propicio para estar en la fragancia del movimiento del comportamiento, que es indispensable para que la filosofía se desarrolle con esta naturaleza, que es visible a todo ojo y palpable a todo enamorado de la vida y de la belleza natural.
Así que un filósofo no solamente se ama a sí mismo, él ama el movimiento de las olas del mar, porque está ligado al movimiento y a las transformaciones que el mar de la humanidad también ejerce, y si hay diferencias entre un ser y otro ser humano, y un filósofo, es el sentir que de pronto el común que no tiene compromiso con el amor, no tiene tiempo para contemplar, porque de esta manera es que se nos puede revelar, la belleza natural que se puede ver claramente como un comportamiento que ella nos quiere enseñar por su propia iniciativa.
Podemos deducir que un filósofo, no lo es porque haya estudiado dicha ciencia en una academia, porque la academia enseña principios que son elementales a la hora de aplicarlos con las medidas o el tiempo que se necesitan para llegar a que la niña de nuestros ojos se percate de esos principios, que son elementales.
Sin embargo, el estudioso o creativo, tiene un camino que es donde la niña de sus ojos se dedica a apreciar y a valorar los sucesos de cada amanecer y de cada atardecer con el tiempo apropiado y sin prisa.
Esto cuenta igual que el académico, si ama la cultura y la disciplina. Son dos amores que van muy ligados, y que deben estar vigilados, por la niña de los ojos que contemplan cada día, el mundo de la revelación física y natural.
Así que en el mundo de la filosofía real, los filósofos se dan a ella, como en el caso del matrimonio, que es una entrega mutua, donde los dos conceptos hablando figurativamente, se fusionan. Podemos decir que cuando esto sucede, entonces entramos con la credencial para la multiplicación. Así que el filósofo va alimentando su conciencia, su pensamiento y su física a través de este matrimonio.
Así que él no va a amar solamente las letras y los libros, va a amar a todo el globo por la razón de que su academia o cultura, le ha instruido para que sea la voz o el traductor, que la misma naturaleza ha elegido, porque todo hombre no tiene esa aplicación, no entiende su deber, se hace pregunta sobre pregunta y nunca puede entender que lo que ha construido en sus neuronas, no tiene la simetría y consideración de la respuesta, que satisface el corazón, que ama y quiere saber.
Los invito a visitar este video que se titula: AL MAESTRO - C C J G, de una duración de: 4: 42, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=oqqeR0t2E18&list=PLzD4cflvP5uMpe-mNaUlqTK38tK6h4Bro
"Del amor proceden las acciones y las disciplinas, que el mundo debe practicar"