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En la psiquiatría educativa, podemos ver cómo mejorar algunos aspectos concernientes al proceder violentamente. Y se trata no solamente de entender los comportamientos, sino llevarlos de la hipótesis a la realidad.
Y esto se logra cuando el hombre empieza a trabajar en los comportamientos, tanto físicos como las actitudes, que son las principales plataformas de expresión que tiene la mente humana. Es necesario entender realmente qué es el control propio.
Porque de ahí emanan los comportamientos secundarios, que siempre observamos muy lejanamente en el mundo social y familiar de la vida humana. No es muy fácil, pero es posible cuando el género humano se percate a través del estudio, la investigación, y un conocimiento que lleve al hombre por el camino para lograr controlar los sistemas que están averiados, y no responden realmente como debieran, en asuntos de discusiones o enfrentamientos, donde lo pueden comprometer.
El cerebro es prácticamente una computadora, y tal como se programe así mismo ella va a responder. En este caso, se necesita de personas, de literatura, de conocimiento, para lograr que el programa que se ha establecido vaya automáticamente llevando la cultura de las mejoras, cada día, naturalmente.
Es necesario que desde muy joven se comience con este proceso educativo, donde la psiquiatría es el principal programa que el niño y el adolescente deben comenzar a estrenar o a utilizar esta aplicación, para entender la vida y la cultura de su oferta de violencia que cada día va a presentar.
Así que el niño debe a través de este conocimiento concebir las lecciones que la otra página de la vivencia, le ofrece. Y es entender que debe controlarse y que sus impulsos no lo lleven a ser un niño que cae en el mar de la discusión y la agresión.
Y esto estriba en que los padres estén atentos a sus pequeñas actuaciones erróneas, que al dejarlo se le convertirán en gigantes y así él no podrá controlar su sistema de impulso, debido a que lo ha bloqueado sin percatarse.
Por eso en la educación es de gran importancia o relevancia, el que los niños y los adolescentes, sean preparados para una vida saludable, amable y cortés. Porque este programa se va apoderando de la mente del niño, igual que la cultura de la influencia.
Y hará que la familia esté más reposada y tranquila con respecto a las acciones de estos pequeños que en el mañana sabrán auto conducirse o cómo comportarse en las circunstancias adversas que tiene la vida, en el telón del teatro de la experiencia viviente.
Por esta razón, la psiquiatría trabaja los comportamientos, instruyéndolos para funcionar de tal manera que el mundo que lo rodea, no se vea como una amenaza en ciertos momentos de crisis, que a veces suceden porque alguna anomalía que viene del organismo, distorsiona su manera de ver y de sentir.
O puede ser que las circunstancias lo hayan llevado a un momento donde realmente la oscuridad no le permite ver la frontera y entra en ese mundo, pero seguro estará tanto el niño como el adolescente y el hombre, si está preparado para vivir en el mundo donde el conocimiento y la sabiduría, son la luz de su razón.
Instruir al niño es enseñarle a vivir la cultura del conocimiento, y él no podrá apartarse del camino del amor y la reflexión, y entonces será sano y sabio para vivir en el mundo tropical y sencillo que ofrece nuestro jardín.
Los invito a visitar este video que se titula: Todo Padre de Familia deben ver este video. Te puede cambiar la vida, de una duración de: 3: 58, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=D2qbyCukMKQ&t=13s
"Instruye al niño con inteligencia y amor, y enséñale en la práctica: respeto, control y comportamiento"
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