EL 666

 

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El hombre durante millones de años, siempre ha sido tramador.  Y un gran público en la tierra, ha creído cosas donde realmente han mostrado, ser mentes de niños que nunca pudieron desarrollar las facultades del raciocinio.

En estos días con el asunto de la pandemia y la marca de la bestia, según el libro de Apocalipsis, alguien me preguntó, que qué de real tenía el número 666, y que si era un número realmente diabólico.  A la pregunta de este transeúnte por las calles de la ciudad hacaritama, le contesté: pues realmente lo que se decía sobre el 666, no atinó, ningún predicador o supuesto enviado.

Me contesta el hombre a mi: ¿por qué? porque es sencillo, respondí, como usted lo  puede ver resultó ser tres inyecciones y un carnet de salud.  Se decía también que el mundo sería carnetizado con una contraseña, pero nunca se pensó que era un asunto de salud, realmente.

Dijo: realmente nunca se escuchó esto, que la marca de la bestia fueran tres inyecciones para poseer el carnet de contraseña para entrar al supermercado, a la empresa o al banco.   Yo le dije: si señor.  Las cosas las habían envuelto tanto que muchos teólogos, aunque las enseñaban, no tenían una luz certera sobre este caso.

Sin embargo, hay que comprender que el ser humano, se maneja por tiempos.  En el tiempo cuando se escribe sobre el tema, se le coloca al libro de Apocalipsis este número con creatividad.  Así que transcurrirían dos mil veintiún años, para realmente entender al cien por ciento este número que fue en su época, trastornador. 

Y todos los que de ahí en adelante, lo siguieron leyendo sin tener en cuenta los principios de economía, que enseña la biblioteca bíblica, se desviaron por diversos caminos, con ideas que propagaron como las hormigas, por los grandes bosques de la tierra humana, y asimismo, no pudieron comprender los principios de una teología que resolviera el problema por razones de que privatizaron el libro.

De esta manera, la humanidad poseyó el libro, pero no la llave del conocimiento que permite que el estudiante, resuelva ciertos problemas que hay durante el recorrido de las letras en sus diferentes libros, para entender y no salir a las calles a gritar cosas que realmente era cuestión de tiempo, para colocarse tres inyecciones que finalmente serían la razón del número que la gente tanto comentaba y murmuraba al tiempo que decían que eran los demás, los que serían marcados.

Lo que se ha podido ver es que ha tocado por asuntos de pandemia, que la gente que se quedó rezagada, que no querían colocarse la inyección, finalmente la están pidiendo.  Esto indica que la sabiduría nunca ha estado con ellos, y que su entendimiento no es propio, por esta razón, su debilidad, los llevó a hacer resistencia.

Pero en asuntos de salud, sabemos bien que no es lo que diga el paciente, es lo que está diagnosticado para poder controlar la enfermedad, llamada crítica o juzgamiento apresurado, que es un coronavirus que la humanidad, ha mantenido en vez de entrar por las puertas de la sabiduría, la inteligencia y la cultura que mejorarán la aptitud hacia el 666, que es un número que nos habla es de economía y a la tecnología, para explorar nuestro propio mundo y el mundo del conocimiento, para no vivir en un calvario. 

En un calvario, donde el Cristo, es aquel que enseña sin la sabiduría, cultura general y científica, que posee hoy la tierra.  Me dice el amigo: pues legalmente yo había vivido confundido con respecto a las Escrituras, y al famoso número 666, cuando en realidad eran simplemente tres inyecciones principales.

Más sin embargo, le aclaré que podrían ser tres inyecciones que por cada número, sería una inyección.  Y de esta manera el mundo ya no leería tres números, sino que sentiría tres inyecciones en su sangre, y podría mejorar su razón y el concepto de que en la muñeca, un brazalete tecnológico, lo fuese a trastornar hacia el futuro. 

Los invito a visitar este video que se titula: CORONAVIRUS LOS DOTORES DE LA CARRANGA, con una duración de:  3: 43, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=vAxbUcrPZKQ

"La gracia de la cultura es que a su tiempo, se revela el auténtico conocimiento"