viernes, 14 de octubre de 2022

EN LAS CARABELAS

 

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Un día que estaba soñando, caí en el mar, y al caer me doy cuenta que necesito buscar un horizonte, y me desesperé un poco como todo el mundo o todo ser viviente, lo hace en un momento como este.  Pasaron unos instantes que fueron tal vez como una eternidad, donde todo me era confuso, no sabía primero en cuál mar, estaba, ni en qué tiempo. 

En estas alguien me tomó por el cuello de la camisa, me levantó y me descargó.  De pronto reacciono en una de las tres embarcaciones de Cristóbal Colón, y por lo que parece en ese momento donde el desespero empieza a recogerse como una red de pesca, despierto de esta confusión en medio del mar pacífico. 

Y me habla Cristóbal Colón, considerando mi desespero por querer vivir un día más, tal vez, se acercó y me saludó.  Me dijo: ¿Tú que haces aquí, estás loco?  Yo le pregunté al ver su espíritu de explorador y guerrero, suavemente: Tal vez tenga usted la razón.

Entonces él me dice: ¿Cómo te atreves a decirme en mi propia cara, que yo soy un hombre que parezco tener razón? Y los que estaban con él en esta nave, se acercaron para conocer una primicia de lo que sería el mundo de hoy, revelado a color.

Yo le dije: tú no eres la persona que crees que eres.  Él dijo: así me contestas, primicia de los mares.  Yo le dije:  así es.  Dijo: ¿por qué tú hablas tan distinto a todos los hombres que he rescatado? Yo le dije: simplemente porque este será tu último rescate, o tu última exploración. ¿Y tú necesitas un ejército para entrar en mi mundo?

Dijo que si, porque así lo requería la corona.  Le dije: La corona, se jacta de muchos saberes, pero hay que entender mi estimado salvador Colón, que el mundo tiene su propia manera de vivir, su propia cultura de supervivencia.

Lo que tú estás haciendo es complicando más el asunto de sociabilidad entre la humanidad hacia el futuro.  Y esto no es conocimiento, ni tampoco es exploración, es más bien con tendencias a esclavizar a tu propia imagen.

Entonces Colón, reaccionó muy fuerte, tanto que tuvieron que detenerlo sus compañeros de viaje.  Porque intentó desenfundar la espada, y yo le dije: aquí las espadas no existen.  Y aquí tú y tus guerreros tampoco.  Y bajó el tono de la voz y me dijo: ¿tú por qué hablas tan seguro de que nosotros, si bien queremos te podemos regresar al mar, muerto?

Yo le contesté: que el principio era el mismo en la hermenéutica.  Yo podría regresar no al mar, sino a la cama donde estaba durmiendo, y ellos regresarían a la ciudad de donde vinieron.  Pero no quería ocasionar tal desastre mental y confusión en vuestra cultura.

Dijo Colón: de manera que nosotros estamos hablando es con un sueño.  Este servidor les contestó: estás atinado, porque resulta que yo soy el futuro, el resultado de tantas batallas, de tanta discusión literaria y de tantos lloros y lamentos de padres y madres, que no supieron interpretar vuestra exploración.

Él dijo: me siento confundido.  Yo dije: lo mismo están tus soldados.  Yo me iré de vuestra presencia en cualquier instante, y me veréis cuando las civilizaciones tengan claro que los sueños son los que dan valores tanto al hijo del pobre, como al hijo del rico.

Y entonces, estas dos culturas tendrán una paz semejante al mar que nos rodea, y su música es igualmente que la que suena de estas aves marinas que nos rodean.  Y su tecnología será totalmente increíble, Cristóbal. ¿No eres tú una cabeza soñadora, un hombre que simbólicamente ha muerto para que otros, soñemos, vivamos y disfrutemos de este mar abierto al conocimiento en diferentes departamentos tanto tierra, mar y cielo?

Él me dice. así es.  Igualmente que todo, Cristóbal, lo que nos rodea tiene tus mismos principios, o sea los de soñar.  Un gusano, por ejemplo, debe soñar, para poder vivir.  Cuando un ave en el acantilado ejercita cada día para lanzarse al vuelo de su vida, está practicando los principios de ese sueño que la hará libre y exploradora.

Y tú con tu equipo, estás precisamente viviendo y realizando el sueño que tú has querido y que se debe efectuar para que la corona de la sabiduría, se sienta complacida y desde luego lograr a través de ustedes, su sueño.

Creo que mi manecilla tecnológica, me está indicando el tiempo.  Entonces Cristóbal Colón, dijo: ¿Cómo puede ser que yo me encuentre a alguien como tú, aquí en esta inmensidad del océano y me hable de estas cosas que aún practicándolas me han sido ocultas?

Yo le dije: gracias a nuestra tecnología natural del jardín.  Y él me dijo: ¿Tú por qué nos dices esto?  Yo le dije: porque el perro me ha instruido para llegar hasta ustedes, a través de su insistencia en el sueño.  él siempre nos está enseñando, el soñar.  

Y yo he sido no solamente un alumno, sino que también mi padre me crio con perros para que aprendiese su cultura y su filosofía de soñadores que debía aprender en esta convivencia que es tan importante, hoy.

Entonces me invitaron a disfrutar un poco de historia arqueológica, de diseño, cultura y gastronomía acompañada de unas copas y de una familia con la que me encuentro y comparto el futuro en este sueño.

Los invito a visitar este video que se titula: 1492 La Conquista Del Paraíso  Escena Cristóbal Colón zarpa con tres carabelas del puerto de Palos, de una duración de: 21.40, cuyo enlace es:     https://www.youtube.com/watch?v=XBaHG_fTMPo

"El sabio sueña y realiza, más el imprudente, no duerme, pensando en la destrucción"

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