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Con respecto al tema de adquirir obligación y deberes, tanto en la mujer, como en el hombre, se ha dicho mucho, y siempre tal vez, haya que actualizar con frecuencia, por asuntos de época. El estilo puede morir, pero la razón se debe mantener fecunda.
En cada momento de la vida, el hombre siempre vivirá con un estilo diferente, manteniendo los principios sociales, involucrados, ya que viene de una sociedad, llamada: familia. Se han colocado reglas en cuanto a que el hombre cuando pretende una mujer, debe tener casa.
Y esto es algo que ha dañado la psicología de los padres, así como la de la novia. En mi camino con las novias que tuve viví diversas experiencias, que me sirven finalmente para escribir con equilibrio sobre este tema.
Y a algunos familiares de mis novias, no les fui agradable, porque no tenía que ofrecer en el aspecto de vivienda y economías. Sin embargo, había estudiado muy bien ese asunto. Cuando me fui a casar con quien hoy es mi esposa: Ilva Sarabia Sánchez, no teníamos ni siquiera lo necesario para la ceremonia de la boda.
Sin embargo, algunos amigos y familiares, nos colaboraron, aunque ya ella sabía que yo no tenía economías, le dije que yo casa, no le podría conseguir, y que en realidad, ella podría construir la casa con el trabajo de los dos.
En ese momento, ella entendió el mensaje que si uno quiere tener algo, debe trabajar en pro de ese objetivo. Y siempre le dije en forma de metáfora que las casas, estaban hechas, que lo que había que hacer, era caminar hacia ellas, y ese caminar, sería hacia el campo, donde yo sabía que habían varias casas desocupadas, en las fincas, tal vez a unos cuarenta minutos hacia el sur de Otaré.
Entre las novias que tuve, algunas me ofrecieron incluso finca, antes de casarme, otra me ofreció un carro último modelo y una finca donde yo quisiera, pero ya esta oferta, sucede después de casado.
A esta mujer, le agradecí su oferta, pero nunca le revelé que yo era un hombre casado. Simplemente fuimos amigos. Transcurre el tiempo, y mi esposa y yo, compramos una parcela en la parte norte de la ciudad de Ocaña.
Allí trabajamos y tal como le había dicho a mi esposa en la metáfora, me doy cuenta que lo que estaba diciendo acerca del campo, nos sucede. Y estando allí trabajando, escribiendo y filmando mis videos, transcurrieron diez años.
De pronto llegaron algunos recursos económicos, y compramos una casa bastante cerca del centro de la ciudad, a unas cinco cuadras del parque principal, el 29 de mayo.
Puedo entender en la práctica lo que es realmente el amor, o lo que es la sociedad familiar, que cree en la construcción, que cree que el amor es construir, no es exigir, ni tampoco implantar reglas que no tienen sentido para la nueva pareja.
Así de esta forma, ella aprende la lección. Yo tenía lo que llamamos la teoría, pero cuando la teoría entra en acción, es una vivencia práctica, es una música continua. Cuando los suegros le exigen a uno como hombre, es porque el amor para ellos, siempre se ha inclinado hacia sus propios intereses.
Y este es un problema para los jóvenes, que al ver estas exigencias, diríamos se alejan de estas familias que creen es en las posesiones, más no en la sabiduría, el conocimiento y la ciencia.
Los invito a visitar este video que se titula: UNA BODA CON ARGUMENTO, de una duración de: 29: 27, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=vQ7CtwAdMBU&list=PLzD4cflvP5uMpCJUWd9Y1uK3ibMfnMthg
"El corazón del sabio, suena con la música de las buenas intenciones, más el imprudente, va tras lo suyo"