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El hambre, ha sido el incentivo más poderoso en la historia de la humanidad. Cuando el ser humano, no tiene motivación o educación, hacia la tendencia del oficio, que es tan necesario en este mundo o jardín, el mundo, se transforma a su alrededor.
Incluso, la visión, se va deteriorando, y aunque la luz de los rayos del sol, alumbren en todos los rostros de los seres humanos, en vez de alimentar la visión, la enceguece. Porque la psíquica del ser humano, debe estar preparada para recibir la influencia de todo el conjunto de elementos, que forma el jardín de nuestro globo.
Las personas se vuelven incrédulas en lo positivo, tal como en el trabajo, la empresa, el campo y demás labores que el jardín le ofrece. Las tendencias de estos seres humanos, son más bien al descuido en aspectos de compromisos, de familia, de proyección, y podríamos decir que su psíquica, empieza a perder la potencia de la energía que produce el trabajo, en sus diversas formas que ofrece el mundo que está en actividad.
Y al ir decayendo la energía que no volvió a recibir de todos los estamentos que lo rodean, entonces cae una nube sobre la conciencia, y ésta pierde la visión. Diríamos que perdió la verdadera visión que tiene el ser humano, principalmente, que alimentar y que debe tener en cuenta, en su mirada.
Ella se resiste a tal cataclismo, pero el hombre no responde. Sin embargo, la psicología nos lleva a entender que lo primero que se muere es ésta, que es la que orienta la voluntad, además debemos entender que casi todos los canales están en conexión con la conciencia.
Aunque la gente del común dice en referencia a esta situación, en forma clásica, es que no tienen conciencia. Desde niño he escuchado esta expresión, cuando se refieren a las personas que aunque se muere, la conciencia, así como el sol en el ocaso, en el alma del género humano, la imagen del hombre, continúa con nosotros.
Es muy semejante a esta comparación, acerca de los motores de los carros, cuando algo les falla en su automotriz, ya que sus dueños tienden es a dejarlos ahí estacionados en algún lugar, ya sea en el parqueadero, o en su casa de campo.
Hecho que presencié en el aserrío de la china en Aguachica, al sur del Cesar, a unos cincuenta kilómetros de Ocaña, en mi juventud, ya que al llegar a trabajar allí, observé unos carros, entre esos un camión sobre el cual me preguntaba yo: ¿por qué razón, estos carros, están estacionados aquí, si se ven muy bien estructurados en cuanto a las latas, e incluso a la pintura?
Un día le pregunté a otro trabajador de más antigüedad ahí, sobre este hecho y me dijo que era que el patrón no los había mandado reparar, ya que tenían un problema en su motor, ya que en lo demás estaban completos, por lo cual aparentan estar bien, pero en realidad están fuera de servicio.
Esta metáfora, nos lleva a entender la apariencia de aquellos seres a los que se les muere, la conciencia. Uno los ve normalmente de buena presencia, por todas partes.
Sin embargo, no tienen espíritu porque la actividad comienza en el corazón, y la conciencia, se alimenta del impulso, de la acción, y se tornan peligrosos para la sociedad, porque son semejantes a los leones, cuando tienen un estómago vacío, y por esta razón, provocan acciones audaces en contra de la humanidad.
El ser humano ha surgido en este mundo, para que sus actividades sean constantes, y esto mantendrá el equilibrio en la visión, en la conciencia y en el corazón, convirtiéndose en un bálsamo que le permite a la psicología vivir y compartir sin la enfermedad de la inactividad.
Los invito a visitar este video que se titula: Parque Nacional Yellowstone - Parte 3, de una duración de: 6: 50, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=vzH0l5xZpCU
"Los bisontes, son constantes, porque entienden su responsabilidad"
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