jueves, 21 de enero de 2016

UNA BOLSA EN LA PUERTA DEL TEMPLO

En un pueblo pequeño, se celebra un matrimonio o boda, a las siete de la noche del día 12 de diciembre de 2015, en una iglesia católica.  Pero los novios, viven en una ciudad cercana a dicho pueblo.  Realmente, son las cinco y media de la tarde del día sábado, y ya se están preparando para dicho acontecimiento.  Los padrinos pasaron por nosotros para llevarnos en su coche al lugar del acontecimiento.  

Pero resulta que cerca al pequeño pueblo, se presentó un trancón a causa de una tractomula a la cual le falló la mecánica, causando bastante trastorno para la movilización de los vehículos en ambos sentidos.

Nuestro conductor hizo todo lo que pudo, para lograr acercarse al sitio exacto de la causa del trancón, al fin pudimos visualizar al Agente o Policìa de Tránsito encargado de colaborar con la solución para este problema, ya que cada vez se congestionaba mucho más la vía y era imposible lograr el objetivo de cada uno.

Prácticamente ya eran las siete de la noche, y no se alcanzaba a percibir esperanza alguna de que pudiésemos lograr nuestro objetivo.  Pero la situación se veía aún más angustiosa, ya que al llamar a los novios, supimos que aún no habían salido de su casa, y por lo tanto era más difícil que llegásemos a tiempo para  la ceremonia.

Sin embargo, después de una larga espera, logramos llegar al pequeño pueblo, y le manifestamos al Sacerdote, la situación complicada que se estaba presentando en la vía, ante lo cual, él dio un tiempo de espera.

Luego volvió a salir el Sacerdote del templo desesperado porque tenía otro compromiso, y le pregunta al padrino ¿Qué pasó con la novia? Ante lo cual el padrino nervioso, le contesta: Viene en mula.  El sacerdote vuelve a entrar a la Iglesia.

Como a los diez minutos regresó el Sacerdote al atrio, y le volvió a hacer la misma pregunta.  El padrino le contestó: es una mula, que no los deja pasar.  Que se atravesó por un daño mecánico. El Sacerdote respiró más tranquilamente y dijo: yo pensé que era que venía en mula.  Y voy a esperar es hasta las ocho o de no me voy.

El padrino envió a varios amigos que estaban con su moto, para que lograran pasar a los novios. Luego que llegaron los novios a la entrada del templo, les tiraron pétalos de flores y a ella se le cae una pequeña bolsa verde donde llevaban las argollas y las arras.

Seguramente sucede todo esto por el estress, porque llegaron una hora retardados.  Cuando ya estábamos en la ceremonia, la novia se percata de que no tiene las arras, y sus argollas, se habían desaparecido.  

Una familiar se vino buscando muy cuidadosamente por el piso del templo, hasta que encontró la bolsa en la puerta de entrada del templo, y de prisa se la entregó.

Este matrimonio tuvo muchos obstáculos; unos decían que era de mal agüero perder las argollas antes de la boda, otros decían que qué misterio sería, el que la bolsa se quede en la puerta del templo, y otros decían que era porque estaban muy jóvenes.

Lo cierto de esta historia, es que uno en la vida debe estar preparado para los obstáculos que se presentan en un momento como este, en un pequeño pueblo, y una boda que por poco no se efectúa por las arras y las argollas que estos novios por tanto estress, habían perdido en la puerta del templo. 

"El amor compromete a ambas partes, y el que busca futuro, siempre tendrá su unidad.  Dice Jehová"


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