Una mañana, una bandada compuesta por cinco azulejos, juegan en los árboles que están cerca de mi casa. La mañana, la han dedicado los azulejos, para recrearse y recrearnos a nosotros con sus vuelos juguetones, que hacen de la naturaleza y del paisaje de mi casa, un jardín más elegante y atractivo, para relajar la mente de mi esposa, y la mía, quienes vivimos en este pequeño santuario, podríamos decir.
El juguetear de las aves, es un comportamiento muy interesante. Cuando comienzan ellas sus cantos, acompañados de unos vuelos aparentemente esquizofrénicos, me llaman la atención para grabar esta escena de las aves que juegan, al pie de la naturaleza, de mi hogar.
Los estudiantes de ornitología, deben estar más atentos para poder grabar, las escenas que las aves quieren interpretar en la pantalla gigante del mundo natural.
Estas escenas van y vienen en el mundo natural, pero el conocimiento de la ornitología se hace más palpable en el silencio que mantiene el hogar de la naturaleza.
No se trata de escribir acerca de las aves, sino sentir el sonido de sus alas en el cielo abierto, que nos muestra el movimiento del juego que practican los azulejos en esta mañana.
Conocer esta ciencia se hace indispensable en el género humano, ya que estas son las ciencias que posee la tierra, para nuestra libertad, para que nosotros no solamente las interpretemos, sino que también imitemos sus vuelos y sus cantos en la sociabilidad familiar.
Las ciencias que posee la tierra, enfatizan la recreación y el compartir en nuestros banquetes, llevando a las amistades y la familia, a la recreación y a la danza, que son tan interesantes para el desarrollo de las facultades del raciocinio, y del intelecto; y así estaríamos colocando la ornitología en la práctica de la sociabilidad humana.
"Ciencia y conocimiento, hay en la ornitología, el que la estudia, obtendrá: reposo y paz"