El maltrato a Claudio, es una de las cosas que me deja pensando, al leer en su obra, el bulling, o matoneo de su madre, que realmente, debiéramos compartir a través de nuestras redes sociales, para que la familia de la tierra, especialmente los padres y madres, se percaten de que los niños, son seres, cuyas virtudes no se alcanzan a ver en la niñez, y en su desarrollo, de manera, muy fácil.
En especial, su madre, tenía un concepto trastornado, diría yo, con respecto a su hijo Claudio. Y lo podemos leer textualmente en esta cita, tomada del libro YO CLAUDIO, del Autor Robert Graves, que a la letra en la página 69 dice así:
"_¡ Habría que eliminar a ese hombre! Es tan imbécil como un asno. ¿Qué digo? Los asnos son seres sensatos en comparación.... es tan estúpido como... como ... ¡cielos, es tan estúpido como mi hijo Claudio!"
La madre de Claudio, según la Psicología, no estaba preparada para asumir ese papel de madre, y al no estar preparada, su mundo se transforma en un infierno, el cual, la lleva hasta el trastorno. Y no sabe si su hijo es un burro o es Claudio, su propia sangre, a quien trata como la peor maldición de su vida.
En medio de su confusión, reflexiona ante su propia expresión, al reconocer que los asnos, son seres sensatos, en comparación a las actitudes de ciertos seres humanos. Esto sucede por la actitud de un Parlamentario, que mostraba su insensatez, en las reuniones Parlamentarias, y ella llevaba las contiendas del Parlamento a su propio hogar.
Su hermana, Livila, dice Claudio, al contarle algunas cosas a él, exageraba, diciéndole que la naturaleza no lo había hecho completo. Sin embargo, seguimos entendiendo que la familia de Claudio, tenía un botadero de basura, digamos así, en el niño Claudio.
La madre, sin una cultura de Psicología, y con una mente desajustada, no podía discernir las capacidades intelectuales, ni captar la sencillez y la inteligencia natural, que poseía su hijo, heredadas de la naturaleza.
Ya que su madre, era ciega, entre comillas, no podía ver que su hijo no leía sabiduría en sus labios, sino sólo necedad. Claudio aprendía de la diversidad de la naturaleza, incluyendo al burro, del cual, él no se avergüenza, ya que él sabía que la naturaleza es sabia en gran manera.
Es clásico ver, que cuando las madres, están enojadas o alguien las hace estresar, pagan las consecuencias, los hijos más débiles o vulnerables, con sus ofensivas palabras, y los demás que nada tienen que ver con la tranquilidad y la paz, que se debe respirar, llevan también, su parte.
La Psicología sigue encontrando estos hallazgos de familias, donde vivieron sus hijos, un maltrato indigno, y que aunque es una vergüenza, lo que hizo la madre de Claudio, con él, agradecemos su inteligencia, su sinceridad, para contarnos esta experiencia de su vida, que aún en el siglo 21, muchos niños en el planeta, están viviendo.
La educación prematrimonial, se debe considerar como algo en serio, y la asesoría a los hogares, por parte de los entes correspondientes a las familias, se debe ver más patente para que la humanidad, no siga creyendo en que los niños especiales, por ejemplo, así como los paralíticos o discapacitados, son una maldición para la familia de la tierra.
Esos son conceptos religiosos. De tal manera que la Psicología trabaja con eficacia, para que esas ideas desaparezcan, de estos padres crueles, y sin razón.
"La educación prematrimonial, buscan los inteligentes, más el insensato, desprecia su sangre y lo que engendra"
F P
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