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En el mundo de la superficie marina, hay mucho que observar y que contemplar, que se muestra generalmente de color azul. Diríamos que estaríamos viendo la mayoría de peces de lomos azules. Y esto es refrescante para el lente del ojo humano, que auto alimenta su pensamiento.
Las aguas del mar, permiten que la vida sea muy similar en el aspecto del color de los peces que transitan por sus corrientes, llevando algo muy distintivo y propio del mar, que es el color azul. La biología marina, estudia no solamente el mar, sino que también estudia a los vivientes de sus aguas, que en su gran mayoría llevan su contraseña en el lomo.
Las aguas van y vienen haciendo posible que los vivientes en ellas, puedan nadar por ellas, permitiendo él, que lo hagan, y dejando la posibilidad de que en cada día, entre el agua de la superficie y el sol, puedan los peces de ese mundo, recibir los rayos del sol que influyen para que ellos tengan su identidad con el mar.
De hecho es que la biología marina, es el canal que transmite al mundo, su cultura, su vivencia, su sabiduría y su color, a todos aquellos que tienen ojos, para ver y tiempo para observar los sucesos trascendentales que nos muestra el océano, cuando dedicamos un tiempo a la contemplación.
El lomo de los peces, recibe más energía que cualquier otra parte de su cuerpo. De igual manera, el género humano, debe entender que esta metáfora viviente marina, señala y enfatiza que la sabiduría del hombre hace impacto es en la visión y en la razón.
Es el mismo suceso, que le acontece a la espalda del pez, para poder colorear su lomo y su cabeza. Cuando el hombre se fija en la cultura del mar, va tomando el color de su biología y de su inteligencia, que se le va transmitiendo a través de las imágenes donde el sol, les proyecta su color.
De esta forma, la creación, tiene una influencia tan abarcante y de tanta trascendencia que el ser humano, sea grande o pequeño, pobre o rico, es transformado por esta cultura que la hallamos hoy tan fácilmente a través de las tecnologías o la internet en el globo.
Hay una cosa por la cual se inclinó mi corazón, y es por el conocimiento tanto del cielo, la tierra y los mares. Y esto me ha sido de gran valor, porque puedo compartir con la familia de la tierra, que también está buscando poseer el color azul de la sabiduría, que está por encima de la superficie marina humana, que navega en un mundo obscuro, tenebroso y sin luz.
Los peces y cetáceos que viven en las profundidades, ya tienen otro color, y es prácticamente otro mundo, porque allí no alcanzan a llegar a plenitud, los rayos del sol. También forman parte de las aguas marinas, de los arrecifes de coral, pero su velocidad, no es igual.
Su cerebro no tiene la misma tendencia hacia la luz, esto nos muestra que el niño, el adolescente y el adulto, cuando no navegan por la superficie del mar de la sabiduría humana, su rostro es pálido y su pensamiento no tiene la potencia, porque no recibe cada día, los rayos del sol de la sabiduría universal.
Hay que conocer más nuestro mundo, que es apropiado para la investigación y el conocimiento que nos hace distinguir entre aquellos que viven en las sombras del mar, y los que al observar la superficie marina, muestran su color, e incluso su especie.
El azul en algunos peces y cardúmenes, así como cetáceos del mar, es un espectáculo que jamás pasará a la historia. Hay que encontrar nuestra identidad, hay que valorar cuando contemplamos y hay que entender cuando investigamos.
Y la inteligencia que nos señala la biología, nos va transformando con un color que nos permitirá mostrar al mundo, la biodiversidad marina, y el conocimiento potencial que tienen los océanos en el jardín.
Así que esta vez los queremos invitar concretamente a una contemplación y a un análisis que la misma naturaleza, estará dispuesta a instruirnos y a darnos, la facultad de pensar y amar, los colores que posee el mar que son los ingredientes principales de la cultura, la ciencia y la sabiduría.
En el mar así como en tierra, se debe ser muy precavido, se debe estar, si no se conoce el mar, o el bosque, acompañarse de personas conocedoras del área. El descuido en estos puntos puede ser fatal. Sin embargo, somos una sociedad que debemos velar los unos por los otros, y la inteligencia debe ser el dispositivo más valioso y poderoso para disfrutar: cielo, tierra y mar.
Los invito a visitar este video que se titula: Alcatraces, Delfines, Tiburones, Pinguinos ... Rorcual de Bryde, alimentándose de Sardinas - HD, de una duración de: 7: 34, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=kR7Pt9dLOkk
"En el mar, he puesto mis ojos, y los peces, los delfines y tiburones, me han enseñado: ciencia, supervivencia y color"
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