jueves, 7 de febrero de 2019

UNIDAD DE LA CIENCIA



</head>

La científica Elena G. de White, en un renglón de uno de sus libros, nos dice que nadie piense que ya no hay más conocimiento.  Esta es una definición bastante importante para promover en el mundo que cada día, busca alimentar su conocimiento y su intelecto, para ser un ser humano con capacidades no solamente de retener, sino de proceder a que el intelecto, sea un buscador que le muestre las páginas abiertas de la naturaleza y la ciencia, que son las que esta filósofa pretende que el mundo científico, entienda.

Cuando el ser humano,  no toma suave, la copa del vino del conocimiento, a las dos o tres copas, ya está ebrio.  Y suele decir en reuniones de conocimiento y de discernimiento, que ya no hay más que estudiar, que analizar, porque para él, las cosas le son confusas, por lo tanto se debe seguir como decimos en esta parte del mundo: "moliendo cañas en el trapiche con las mismas yeguas viejas".

A la verdad es que he estado, como ya lo he dicho antes en mis artículos, en mis libros y en mis blogs, tratando de salir de esa molienda, que agota las neuronas, y la creatividad, se va muriendo o se va secando como el bagazo en dicho trapiche, donde el hombre perezoso intelectual, o que no tiene discernimiento, pretende que la familia de la tierra, siga en la misma molienda.

Elena G. de White, es una científica, que cada vez le da a los lectores inteligentes, un renglón que alimenta el nido de los polluelos del intelecto, que cada día exigen, más alimento.  De esto puede estar segura, la tierra.

Pero debo decir en esta ocasión que todo libro tiene en sí, algo que dar.  Porque si nos ponemos a pensar que una piedra nos da un gran mensaje, cómo es posible que la literatura, a nivel global, que cae en nuestras manos, no tenga conocimiento propio.

Hoy quiero invitar a todo aquel ser humano, intelectual, científico, naturalista o arqueólogo, entre otros estudiantes de estas ramas de las ciencias, a buscar los valores del conocimiento, que son como diademas en la frente de cada uno de ellos que el intelecto le acompaña al hablar, al instruir, al enseñar, con la profundidad del conocimiento. 

Adquirir conocimiento, es prepararnos para el mañana, de lógico que el conocimiento nos hace ricos y esa riqueza adquirida, trabajada, nos permite disfrutar en familia y compartir con aquellos ciegos y sordos ante la cultura de la investigación.

Cuando el hombre adquiere conocimiento, lo primero es que se ha formado una mente que ha alcanzado, la paz y la tranquilidad, porque las aplicaciones del intelecto, lo mantienen informado sobre el mundo natural que lo rodea.

Y le informa sobre las profundidades que le rodean tanto en la academia, como entre las culturas que buscan un humanismo argumentado y que tenga el eslogan: "adquirir conocimiento, es la fe que dirige al mundo científico de hoy".

Así que la escritora y científica Elena G. de White, lo que hace es proyectar un conocimiento a través de sus obras, que le será de provecho a todo tipo de cerebro que busque las aguas del intelecto, así como las bestias del campo, buscan el alimento y las dulces aguas, que posee nuestro jardín global.

Nuestro pensamiento de hoy, está basado en la obra de la científica Elena G. de White, titulada: Palabras de vida del gran maestro, que a la letra dice así: "Nadie piense que ya no hay más conocimiento que adquirir." (página 85, párrafo 1)

Es clásico escuchar las mismas palabras y los mismos razonamientos, cuando el hombre, ha endurecido su cerebro, y ya no puede entender, por la embriaguez del descuido, alimentar su intelecto, y el conocimiento, ya no le entra porque se ha desviado de la auténtica sabiduría científica y universal.

Los invito a visitar este video que se titula: El Águila y el Zorro - Parte II, de una duración de: 4: 56, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=0ofAMJ143ac&t=116s

"Cuando tu piensas que no hay más conocimiento, es porque se agotaron tus neuronas, y tu intelecto, se ha fundido"

No hay comentarios:

Publicar un comentario