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En el mundo de la física, hay tantas lecciones como seres humanos que las pueden entender y compartir para ese otro mundo, que ignora que en realidad, la física, es una de las materias más trascendentales para el género humano que busca no una verdad, sino una vivencia que lo transporte al mundo real y viviente humano.
Las personas que sueñan ante la física, es porque no pueden ver, palpar y sentir ese mundo del cual hace parte todo lo que comemos, lo que bebemos, lo que expresamos y lo que sentimos. El físico y filósofo San Pablo, nos dice que ya comamos o ya bebamos, estemos agradecidos.
De hecho el mundo de la física es un mundo sin penitencias, y a la vez es la fusión de la vida en la vida, y para la vida. Cuando el hombre coge otro camino, igualmente está en la física de su propia vivencia y de sus propias ideas.
Pero estas igualmente se apagarán como las semillas que caen en un terreno pedregoso que alcanzan a nacer, pero su raíz no penetrará, porque lo inerte bloqueará lo esencial de la semilla a la hora de vivir en este mundo físico, donde se necesita una raíz que se sostenga y que pueda penetrar en ese mundo, donde aunque hayan rocas, la raíz debe encontrar lo que busca.
La física nos debe llamar la atención a todo estudiante, ya que ella es la que nos recrea y nos alimenta, nos fortalece, nos da el espacio para que nuestra raíz familiar y naturalmente los amigos puedan también, tener un terreno donde se pueda crecer en la unidad de esa tierra que algunos no le apuestan a que puede ser favorable para la familia que cree en la física, como el sembrador que preparó sus campos con la buena fe de que el surco dará el producto.
Cuando la humanidad entienda que la raíz de esa semilla no halló alimento en la roca de la psicología humana, se entenderá mejor la filosofía que lleva al hombre paso a paso entre las rocas humanas, buscando el terreno apropiado para que la semilla produzca al cien por ciento.
Pero dónde está realmente lo que se necesita en ese terreno del pensamiento humano, que es tan inhóspito y ninguno se compromete a detallar el terreno, a hacer un estudio tanto de humedad, como del clima para que la semilla que es la literatura, pueda producir hombres pensantes.
El físico y filósofo Jesús, enfatizó sobre ese terreno que estaba a la mano y al alcance de todos sus seguidores. Esto hace que me ponga a pensar que en realidad, Jesús, estaba hablando era de ese terreno de ideas, que congestionan la psicología humana, y no permiten que la idea o las semillas independientes, puedan caer bien, dentro de rodeadas piedras tan grandes, donde sucede que la semilla nace y por la sombra, también muere.
El problema no es el terreno y durante millones de años, el hombre siempre se va tras la ilustración pedagógica, y de esta manera coge otro camino, tanto él como su familia.
Hay que aprender cosas buenas, es decir un conocimiento que todos los días esté surgiendo de esa mente primitiva que aún el género humano posee llena de piedras y de una poca tierra que sería la que puede servir como base o fundamento, para que la semilla de la instrucción caiga sobre ella, como gotas de lluvia que empiezan a humedecer el terreno, para que la semilla surja con fuerza y vitalidad que es tan importante a la hora de una eclosión en ese mundo, donde la semilla tendrá suficiente humedad.
El mismo proceso es con la mente humana, mientras que el hombre no se percate de su propio terreno que no hay que irlo a comprar, sólo los insumos de las obras literarias y las conexiones con la tecnología, harán que ese terreno escarpado, produzca, pero todo dependerá del dueño de dicha tierra.
La sabiduría y la física, son una, de ahí que las ciencias tienen un corazón y es la tierra. Ignorar la física, ignorar el campo y sus labores, es ignorar la educación superior que parte de los principios que se manejan en los campos y mares de nuestro cosmos.
Los invito a visitar este video que se titula: EN LA MAGDALENA - C CJ G, de una duración de: 2: 14, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=_6Xm08JBXyg&list=PLzD4cflvP5uNMu1ljuRqh7X0scDp6mopz&index=18
"En el terreno escarpado de la humanidad, siembra el inteligente, la semilla del conocimiento"
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