El cangrejo violinista es un crustáceo sorprendente, porque para protegerse, construye cuevas en las rocas, y durante los períodos secos de la marea baja, visitan el agua para humedecer sus órganos.
Este cangrejo no busca cualquier tipo de material para construir su casa, sino que busca la roca, porque sabe que allí, su habitación es segura.
¿Qué nos está diciendo aquí la naturaleza en este texto? Que debemos estar en comunión con el agua, porque es tan necesaria, así como lo es, la protección de la roca.
Las rocas le sirven de casa y de protección a la vez, así como Jehová es nuestra roca y nuestro refugio, según lo expresa el Salmista David: "Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador" (2 Samuel 22: 2)
Los animales tienen sus rocas en donde hacer sus cuevas y refugiarse. Aunque el cangrejo violinista es pequeño, busca rocas grandes donde poder trabajar y hacer su cueva.
La naturaleza no es diferente de nosotros, debemos refugiarnos en Dios y preguntarle a la creación ¿por qué la biodiversidad de animales tienen por refugio las rocas? o es ¿qué acaso no se puede vivir en la arena, o no se puede vivir en el campo abierto?
Claro que si, pero para el cangrejo violinista la roca significa: seguridad y significa: ventaja ante una tempestad. Para el calentamiento, él introduce sus órganos en el agua. Esto significa que si nosotros tenemos alguna parte del cuerpo golpeada o enferma, podemos utilizar el agua con sabiduría y ciencia, para restaurarla.
Necesitamos la comunión con el agua, así como la necesita el cangrejo violinista. El texto natural está creado para que el lector pueda comprender más allá de lo que dicen las letras de escritores que no salen de la misma babia.
El cangrejo violinista tiene una pinza más larga, llamada quela, y otro brazo corto, que usa como herramienta para buscar algas y microorganismos del fango, y con la quela se defienden y seducen a su pareja.
La historia de este crustáceo tiene inteligencia, y razón hemos hallado en el cangrejo violinista de las rocas. Debemos convencer al mundo de que la literatura, la ciencia y la filosofía son necesarias para alimentar nuestro espíritu, y así nuestro intelecto seducirá a la sabiduría, como lo hace el cangrejo violinista con su quela, a la hembra.
Este crustáceo nos enseña que nos refugiemos en la roca, y nosotros que somos pensantes ¿por qué no hemos de refugiarnos en la sabiduría natural, que es nuestra esperanza?
Sumergirnos en las aguas de nuestra naturaleza y humedecer nuestro cuerpo es algo muy personal y necesario para recibir los beneficios que tienen las aguas de la humanidad en la literatura, y en la tecnología que no mengua su ciencia y su sabiduría.
"Sabiduría hay en el cangrejo violinista, e inteligencia en la confianza para vivir en las rocas"
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