La abubilla es un ave, por la cual se ha interesado mucho el hombre, y de cuya existencia se conocía incluso en el tiempo de los faraones, ya que posee un hermoso aspecto, porque tiene un penacho de plumas eréctiles en la cabeza, y las alas y su cola son negras con franjas blancas,
Esta ave acostumbra a escarbar el estiércol, alimentándose de insectos y larvas. Esto hace que la belleza de esta ave, pierda su atractivo natural, porque tanto el ave como el nido, suelen estar tan sucios que pueden ser localizados por el fétido olor que despiden.
Hay cosas extrañas en el mundo de las aves, lo mismo que en el hombre, cuando se convierte en un mendigo pestilente a causa de la negligencia y del ambiente en que vive.
Sin embargo, no es así en su proceder, ella lo hace para alimentarse y tener una vida normal, pero en las calles de las ciudades, podemos ver abubillas humanas, recogiendo los desperdicios de las canecas y con un olor apestoso.
Esto es lamentable ver cómo el género humano, se menosprecia a sí mismo y también a los demás. En la mayoría de los casos son personas que vivieron en la sociedad y que fueron conocidas, como personas de bien, pero los vicios, los fueron llevando a esa vida miserable y despreciable por su mal olor.
La hembra de estas aves, cuando se asusta, segrega un líquido pestilente que es producido en su glándula oleosa. La transpiración del hombre descuidado en su higiene personal, es una fetidez constante como la de la glándula de esta ave.
Debemos estudiar la naturaleza para percatarnos en qué podemos nosotros, caer, y si hemos caído, debemos hacer el esfuerzo de levantarnos de esas situaciones que no convienen al género humano, y buscar el apoyo de quienes nos puedan brindar su ayuda.
Esta ave me ha hecho reflexionar, me ha hecho mirar la ciudad, me ha hecho ver la miseria y me ha hecho entender que estos malolientes, que estas vidas podridas, se pueden recuperar, si las organizaciones de salud, se percatan de la necesidad de recoger a estas personas y auxiliarlas, para que ya no sean más las personas contaminadas y desamparadas.
"Miseria, mal olor y hambre, tienen los indigentes en la calle, dice Jehová, más he puesto los estamentos de salud, para que realicen esta obra"
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