En Maha, una población de Bolivia, anualmente se reúnen los habitantes de esta región y otras aledañas, alrededor de una vieja iglesia y de unas pocas cuadras de este lugar, para iniciar el ritual de molerse a golpes, e incluso llegar hasta la muerte, con el fin de rendirle tributo a la madre "pacha": tierra, para que ella les brinde: buenas cosechas.
Dicho ritual lo llaman "Tinku", que traducido es: "pelea sin ley". Antes de este ritual, se celebran otros rituales en las montañas, y en las planicies, donde se le brindan diferentes ofrendas a la madre "pacha".
En estos rituales se come y se bebe en exceso, creyendo que así estarán en condiciones óptimas para la pelea. En ese tiempo, se consume una bebida de alcohol de alto grado, que inclusive se mezcla con las bebidas que llevan los visitantes a este evento.
Los visitantes deben participar de estos rituales, antes del gran día, y tampoco permiten el ingreso de muchas personas, diferentes a las de su propia cultura.
En el día de la batalla, se comienza con dos aborígenes, los demás están a la expectativa de esta golpiza que se dan estos dos hombres, lo que hace que se caliente el espíritu de las etnias que están a su alrededor.
Están personas están embriagadas por completo, tanto por el exceso en la comida, como por el alcohol; de manera que esta doble borrachera, los lleva a perder el sentido común de familiaridad, amistad y respeto por los demás.
Sin embargo, en el momento del calentamiento con la primera pareja que sale a pelear, se disparan los ánimos de las mujeres, al ver que están golpeando a sus hombres, y lanzan al ruedo a los otros hombres que se encuentran en una especie de éxtasis, donde muchos de ellos cuando despiertan de la golpiza que se dan, ya el rostro no es el mismo, sus dientes no están completos, y sus cuerpos han sido lacerados a través de golpes, que graban en estos seres humanos, sus huellas y quedan para recuerdo de postreras generaciones.
En este cuadro, podemos leer muchas atrocidades que la cultura de estos aborígenes, ha adoptado, creyendo que Dios o que la tierra, necesitan sangre para fortalecer sus sistemas de producción, y esto bien lo sabemos que la tierra no necesita sangre para producir, lo que necesita es: constancia y buen conocimiento o estudio de sus procesos naturales.
Pero ¿cuándo entenderán los aborígenes de esta cultura boliviana, que su sangre derramada, no es la que nutre la tierra, no es la que ayuda a que sus sembrados, produzcan? Muy semejantes son aquellos que creen que Dios necesita de la sangre de la oveja y de las primicias de la tierra, para seguir brindándonos el sustento necesario.
También será difícil que comprendan ellos que la tierra es cien por ciento nuestra, por heredad. En los últimos tres años, estos rituales han ido menguando en mortandad, debido a la presencia o incursión de las autoridades ó policía, quienes con látigo en mano y gas pimienta, han impedido el derramamiento de sangre, y un mayor número de atrocidades.
Prácticamente, se ha ido acabando, la tradición, lo cual inquieta mucho a los aborígenes, porque según ellos creen, ya hace tres años que no se dan cosechas abundantes.
Cuando alcancemos la excelencia del conocimiento, encontraremos que la plataforma de este universo, se nos ha entregado con el fin de que entendamos que esta tierra es nuestra propiedad, a la cual debemos cuidar, amar y proteger.
Y cuando amemos esta propiedad, nos daremos cuenta que Dios y que la tierra, no necesitan: sangre humana, sino de un conocimiento y un pensamiento universal, y que la ciencia y la cultura, superen todos los sacrificios que se han realizado en la historia del hombre , desde su cultura aborigen.
"El hombre que cree en sacrificios, es ignorante, más quien busca la razón, no necesita del éxtasis de la borrachera humana"
F P
¿Maha? Es Macha, Potosí, Bolivia. Le vendría bien un poco más de investigación si desea escribir acerca de otros paises.
ResponderEliminar