La danza es una de las acciones que le permiten al ser humano, entrar en un mundo, donde los pasos le van exigiendo cada vez más, un movimiento que coordine con sus músculos, que lo va llevando al clímax de una expresión, que se comparte con las parejas que están allí y que quieren hacer del baile, la música y la danza: una terapia bastante interesante para la salud física y mental.
Si el mundo dedicara el tiempo para bailar, en vez de crear estrategias de guerras e inteligencias para la destrucción, el espíritu de rencilla y venganza empezaría a apagarse, como se apaga el sol, lentamente en el ocaso.
Y entonces, se necesitarían más instrumentos musicales, más músicos, más cantantes, más escuelas que eduquen con el fin de que los instrumentos musicales se escuchen en las plazas públicas, en los hogares de refugio para los ancianos y en los lugares donde la gente que ha hecho los acuerdos de paz, puedan bailar y expresar una danza con todas las libertades, que nunca lograron en las montañas de Colombia.
También invitamos a las organizaciones terroristas que en vez de suicidarse y causar dolor y destrucción a la humanidad, que busquen la ciencia, la paz y la sociabilidad, y que sus artistas que tienen gran valor interpretativo musical, que hagan un pare y se escuche su música y sus gestiones de paz, a través de las redes de la sociabilidad; y entren en las culturas que no usan la libertad como medio de destrucción.
Es preciso anotar que las rencillas, terminarán sobre la faz de la tierra. La sabiduría lo predice así:
"¿De qué le vale al hombre, atacar las estructuras y los sistemas de los países civilizados, si al mismo tiempo, pierde su alma?"
F P
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