En el lenguaje clásico del ser humano, hay palabras que están preparadas como misiles de última tecnología. Y todo el tiempo, se han ido preparando todas las naciones del pensamiento en el globo, para enfrentarse con dichas expresiones.
La verdad es que es una gran experiencia que debemos vivir en las áreas de la cultura, y comprender que el ser humano, realmente al estudiar sus expresiones detenidamente, nos damos cuenta que es perfecto en su lenguaje.
Pero esto se logra en una meticulosa investigación sobre el léxico que el ser humano maneja popularmente, que escuchamos y que vemos, donde algunas palabras, activan la mente del otro, repentinamente.
Entonces como estudioso de la filosofía, la poesía, la psicología, y el misticismo de la expresión humana, me han traído al escenario de las palabras consideradas soeces u ofensivas. Pero la pregunta es ¿qué pasa con estas expresiones realmente?
Estas expresiones, han sido para la humanidad: mitológicas. Por esta razón el que las pronuncia es calificado como corrupto o grosero, del cual el hombre supuestamente estudiado, se debe apartar, incluyendo su oído.
Nos damos cuenta que la Psicología va preparando al hombre, para que sea como un misil que se diseña para que impacte en todos los sistemas, culturas y filosofías del jardín, donde está el conflicto intercontinental de la tierra, donde las palabras tienen en conflicto al mundo entero.
Por ejemplo, existe una palabra que ha sido supuestamente una ofensa para el hombre, que es la palabra: hijueputa. Para todos los que escuchamos esta palabra en labios ajenos, nos cae como una bomba en el sistema del irraciocinio cultural.
Pero resulta que esa palabra, significa: sabio, inteligente, experiencia, porque el filósofo Jesús, la usó para indicar la importancia de estas culturas mitológicas del lenguaje, que se encuentra en el género humano.
Por lo tanto leemos así en la Biblia: "....De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios" (1 Corintios 21: 31) versión Reina Valera 1960.
Estando en un colegio cercano a la cultura de Otaré, en una charla, una de las personas que estaba allí, compartiendo en el área de las letras, me preguntó acerca del aparente mal trato del lenguaje de Jesús.
Yo le contesté: no señor, no hay ningún mal trato, lo que hay es palabras a las cuales se les ha colocado un sello, y nosotros estamos prejuiciados hacia aquellas personas a las cuales se les coloca ese sello, igualmente que hacia esas palabras.
Pero miremos bien esta pregunta suya. Si a usted, una persona conocida o desconocida le dice hijueputa, lo hace disparatear, o sea que lo zarandea, y zarandear significa: trastornar o desequilibrar.
Sin embargo, el filósofo y sociólogo Jesús, la expresó con toda confianza, y en ningún momento esta expresión es una maldición, porque dijo fue todo lo contrario a lo que creían los fariseos, sacerdotes, escribas y doctores, quienes no entendían la profundidad de su propio idioma, e incluso ni las raíces.
Al decir Jesús a todo su público y a todas las iglesias en el mundo cibernético, que los publicanos y rameras van delante de vosotros al reino de Dios, es porque él tenía conocimiento de estas culturas, con las que este filósofo compartía y amaba.
Porque el corazón de los filósofos y sociólogos, así como el de todo ser pensante, debe entender que el conocimiento de las letras, va llevando al hombre como un amanecer que nos permite leer en las figuras de la nube de culturas de Google, hoy, un conocimiento o una lengua sin misterios y un léxico que se ajuste y mantenga la proyección del conocimiento de la hermenéutica, que nos lleva a usar estas palabras con sabiduría, porque aún el mundo que lee la Biblia, no las ha comprendido.
Así mi amigo, que cuando a usted le traten de ofender con cualquier palabra, si usted entendió esta charla, simplemente, tenga en cuenta una cosa y hágalo por sorpresa.
Si le dicen que usted es hijo de una ramera, por ejemplo, usted, felicitará de buen modo y con espíritu de inteligencia y cultura, diciéndole a la persona: o sea que tú estás reconociendo que yo soy más sabio que tú.
La otra persona automáticamente, le va a contestar: ¿por qué? porque tú acabas de decir que mi mamá es una mujer de experiencia, de trabajo, mientras que tú vienes de una mujer que ha sido restringida, maltratada, no es una mujer libre, y además el filósofo Jesús, exaltó esa condición humana, porque él había estudiado las lenguas misteriosas de nuestro jardín, donde el hombre lo tiene todo en las literaturas, y a la vez, no tiene nada.
"A los hijos de ramera y publicanos, ama Jehová; más de la contienda filosófica sin sentido, no se han percatado, los hijos del jardín"
F P C
No hay comentarios:
Publicar un comentario