lunes, 14 de mayo de 2018

LA FLOR EN EL JARDÍN


Cuando niños, teníamos prácticamente todo el tiempo para disfrutar con nuestros padres, y podíamos sentir la fragancia del cuidado de nuestra madre, debido a que pasábamos más tiempo con ella.

La verdad es que como escritor e intérprete de la naturaleza, hay momentos en que cuando estoy rodeado de flores y sus perfumes, así como del cuidado que ellas brindan a los insectos que se mantienen con el perfume y el néctar de su fragancia, parece que estuviese mi madre, junto a mí, y así poder sentir en una flor, el perfume familiar de su fragancia natural.

La mujer con virtudes que se asemejan al polen, que tiene la flor cada mañana, que son las fuerzas que entrega a su esposo y a sus hijos, son lo más tierno e importante para la familia que ha aprendido a recibir el polen de su gracia en la sonrisa, y en los gestos amables que no podemos olvidar en este mundo, donde la mujer y la naturaleza, están ligadas.

El respeto por la madre, debe ser algo en que los hijos deben aprender cada día, y amarla, consiste en beber de ese néctar que en cada momento ella entrega a través de sus labios, que son un consejo y una ley que todo hijo debe amar, así como el naturalista, ama, la vida; como el poeta, ama la flor y como el inteligente, transmite su conocimiento a través de una flor que haya en el campo abierto del jardín.

El amor de madre es justo y verdadero, lleva la sustancia de la experiencia protectora que se encuentra en el continuo movimiento a favor de sus hijos, a quienes nunca les niega el vino de su néctar.

La madre con su cariño, con su simpatía, llama la atención al hijo que cree que él es superior, porque tiene más fuerzas para enfrentar ese diario vivir, que le va a presentar otros aromas y otro néctar en el que él cree que debe beber independizándose de la familia, de sus hermanos, que aún necesitan el abrigo de su presencia como familia de hogar.

El consejo de la madre es superior a todas las cosas fascinantes que nos presenta el mundo ficticio, cuando no tenemos ese néctar propio del hogar, y lo hemos vivido con la familia en casa, para poder brindar al mundo una copa que se compone de dos extractos, que es el de la familia paterna, que el mundo hoy, ha dejado la instrucción del polen de la inteligencia de la madre, y su fragancia en el consejo, no ha bebido el hijo rebelde, ni la hija, que quiere una independencia sin la práctica de la sabiduría de su madre.

La flor que contemplo está preparada para atender a sus hijos en este día.  Pero tal vez algunos no vendrán e incluso han cambiado de flor.

Sin embargo en el mundo natural, casi todas las flores, tienen las mismas características para ofrecerle al insecto que ha claudicado contra la  flor que lo ha mantenido.

Quiero terminar este relato con unas palabras que guardo en mi mente de nuestro folclor colombiano, cuyo autor no recuerdo: "yo sólo quiero a mi madre, porque ella sola me crió.  Pasó trabajos para criarme y ese orgullo puedo darle, porque ella sola me crió.".

Los invito a visitar este video que se titula: DÍA DE LAS MADRES - JOAN SEBASTIAN - CELIA   de una duración de: 6: 01, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=s6HhxzWVdUc
F P C

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