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El conocimiento, es figurativamente hablando, la daga que traspasa la expresión del hombre, que manifiesta razones, supuestamente, argumentadas. Pero que le falta la suficiente energía para soportar la expresión que en forma de daga, atraviesa la idea del opositor, a quien le falta los fundamentos connotativos y principios, que son irreprensibles en la instrucción o conversación secular.
Por eso la cultura tiene todos estos elementos que inmortalizan la expresión, o el lenguaje en la cultura de la sabiduría. Se ha dicho en todas las culturas del jardín, que el hombre que habla mucho, según la lógica de los sabios, mucho yerra.
Y esto es totalmente cierto. Cuando el hombre tiene un intelecto desarrollado, no necesita insistir con su idea o pensamiento, a quienes lo rodean. Porque allí las tendencias son las de debilitar su conocimiento, y esto desencadena una serie de reacciones que podemos apreciar en la persona que en pocos segundos, se le descontrola la psíquica, y entonces, su palabra se ha deformado, debido a que en sus labios, se nota un desespero o un resecamiento, que es el resultado de la necedad.
Y esto para la psicología es enfermedad. Puede el ser humano, estar dando instrucción sobre la ciencia, o sobre la familia. Puede ser una charla común, pero podemos apreciar que a sus conocimientos, le falta garantía a la expresión, tanto para quien la expresa, como para el público que está recibiendo un conocimiento que no está argumentado, ni tiene el aceite suficiente para lubricar el sentido común de quienes lo rodean.
Cuando esto no sucede, el cerebro está afectado, digamos con el virus del egoísmo, o tal vez de la imponencia. Y la persona durante la charla, se transforma y no tiene instrucción para percatarse de que el conocimiento, se debe exponer con mucha tranquilidad y un espíritu tan tranquilo, así como solemos ver en algunos lugares de las ciudades, donde algunos vendedores con su licencia, exponen sus productos, y se quedan muy tranquilos, esperando que llegue el ciudadano o el turista, y se detenga interesado por su producto.
De igual manera el expositor con mucha tranquilidad, enseña sobre el producto, que le interesa a su cliente, en ese momento. Y lo hace con toda la tranquilidad, el conocimiento y la cortesía, dejando ver que tiene un conocimiento muy bien equilibrado.
Tal vez no son todos los vendedores que tratan a sus clientes, conforme a los principios de la sociabilidad, pero he podido apreciar un gran porcentaje, en la ciudad de los Hacaritamas.
Por esta razón, en este momento puedo ilustrar o comparar las diferencias entre un conocimiento con garantía de respeto y de paz, y un intelecto, supuestamente, que no tiene seguridad, ni tiene autoridad, y la insistencia es su eslogan principal.
La juventud, debiera tener en cuenta que el intelecto, no se presta para estas situaciones, que son penosas, y que se muestra es la cultura de la contienda, y no la ciencia y la civilización que enfatizan las academias.
El conocimiento es semejante a cuando estamos en una red social, y dondequiera que usted le haga clic al producto, créame que va a encontrar o se le va a mostrar un mundo que seguramente le es interesante y fascinante, para su curiosidad o la respuesta que usted, estaba buscando.
De igual manera es la expresión cuando el intelecto está conectado con el mundo de la razón y la sabiduría natural y científica.
Los invito a visitar el video que se titula: Cómo ganar en una Discusión, según Gandhi, de una duración de: 6: 07, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=PcKG7mrBoLU
"Garantía en el intelecto, tiene el inteligente, más al necio, lo auto destruye"
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