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Han transcurrido las fiestas patronales, en la vecina población de Río de Oro, que queda ubicada al sur del Cesar, a unos escasos kilómetros de Ocaña, donde la alegría y el regocijo, han sido los principales móviles de estas fiestas tradicionales, las cuales son muy interesantes tanto para chicos como para grandes.
Mientras viajamos hacia este pueblo lleno de historia y leyenda, con un conductor, el cual es un hombre maduro en asuntos de trato y de responsabilidad, en esta vía hacia este pueblo, comenzamos a charlar acerca de la naturaleza que nos rodea, en esta vía que conduce hacia el sur del Cesar, y que hacia el norte va hacia Otaré, El Carmen, Guamalito y otras poblaciones, hasta llegar a la troncal llamada: Caribe.
Estuvimos charlando acerca de los perros cazadores, el cual es un tema que nos parece digno de contarlo a nuestros seguidores. Más adelante, podríamos decir que en las cercanías de Río de Oro, de pronto vimos a una perra que iba en sentido contrario, o sea que se trasladaba hacia Ocaña.
Era una perra grande de color blanco con manchas entre café oscuro y claro, con aspecto de estar asustada. Motivo que aprovechó el conductor, para contarnos su historia. Resulta que esta perra frecuentemente se va para Ocaña, cuando siente que en Río de Oro, su pueblo, están de fiesta y queman pólvora. Luego que calcula que ya las fiestas terminaron, vuelve a regresar a su terruño.
Esta perra tiene un proceder muy parecido al de algunas familias, que cuando es la época de las fiestas de fin de año, y carnavales, se alejan del pueblo o ciudad, porque así como la perra, rechazan el ruido y las explosiones que transforman el cielo con las luces y sus mil colores, las cuales a la mayoría les agrada esta creatividad, que los promotores moderados, de estos juegos artificiales de luces, proyectan.
Así que la perra es una historia muy conocida por estas familias en Río de Oro, y es un placer poder escribir sobre el comportamiento o actitud de la perra, hacia las fiestas en Río de Oro, sur del Cesar. Pero esto no es todo, lo que la perra comunica hacia una ciudad que está en los límites con el norte de Santander.
Ya que resulta que en una ciudad como Ocaña, el ruido podría ser siete veces más, que en su propio terruño. Los animales, y en este caso, la perra, nos da la impresión de que no tolera, a los de su propia casa, ya que ladra, diciendo con este comportamiento que se callen, que ella no la va con el bullicio.
Sin embargo, en la frontera, y hacia donde ella se dirige, cuando esto sucede, es algo que quizás podríamos llamar: caos. Por el peligro de muerte en la carretera que sube los indicadores de accidentalidad, y maltrato en diversas formas.
Esta perra que no es de raza, sino criolla o común, les podría estar dando una lección de que le está huyendo al ruido, pero en realidad, es todo lo contrario. Pareciere que dicha perra, si no es analizada desde el punto de vista de la Psicología del perro, por su apariencia por la carretera, y en medio de la soledad, es que ella estuviese manifestando a sus coterráneos, su desacuerdo con estas festividades.
Sin embargo, entre tantos perros en la ciudad, no podemos discernir cuál de ellos está produciendo un teatro en relación a la tranquilidad y el silencio, así como lo hace esta perra en cada fiesta de Río de Oro.
Ya que pretende infundir con su comportamiento, a esta comunidad, que es muy amable, y que nos comparten sus historias, para que el mundo conozca en algunos casos, que la familia humana, tiene el mismo principio de los caninos criollos, que aparentan huir del ruido, para juzgar a sus semejantes.
Los invito a visitar este video que se titula: REGRESO A CASA - C C J G, de una duración de: 2: 37, cuyo enlaces es: https://www.youtube.com/watch?v=MTL8bnbDIT0
"Como perro que pretende hacer creer al pueblo, que le gusta la tranquilidad, es el canino humano, que se aleja del pueblo y agasapadamente busca la ciudad"
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