AMOR EN EL PRECIPICIO

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En el mundo del varal, el amor y el cortejo, es un poco difícil.  Podríamos decir que es un sacrificio.  Estas cabras monteses, viven esta experiencia de una manera diferente a la del hombre.  Ellos para comenzar el cortejo, deben prepararse, porque es una labor bastante agotadora.

Tienen principalmente que emprender una carrera, por los picos de las montañas del Himalaya.  Pero este cortejo no es algo que se esté produciendo solamente ahora, sino desde hace millones de años, que el varal se ha multiplicado en esas extensas rocas, por las cuales deben correr ambos, para llegar a una cópula.

La naturaleza, nos sigue sorprendiendo cada vez que leemos, el libro del varal.  Y nos relata su propia historia romántica, pero con miles de obstáculos y piedras, que pueden incluso matar a uno de los dos.

El ser humano, muchas veces, vive la misma escena.  Porque la hembra a quien él ama o desea, le hace exigencias que realmente le pueden costar la muerte, al cortejante.  O en asuntos de desaires, lo somete a una disciplina, donde él debe soportar en esta montaña del amor, obstáculos que lo pueden llevar a ver el mundo oscuro y tenebroso.

Parece extraño que en el hombre y la mujer, y entre el varal, se de el mismo suceso.  Pero este mundo exige que todo sea trabajado.  Que nada de la vida del varal, es gratis, ni siquiera el amor.  Y que en la carrera, se hace un tipo de prueba muy natural, para seleccionar.

Aunque hemos dicho que nosotros somos diferentes a la naturaleza y sus comportamientos, podemos hoy decir que en cierta forma, somos semejantes.  Cuando el novio o la novia, no toma en serio las cosas, uno de los dos, le será un calvario.

Los juegos de la hembra que no se va a dar muy fácil al hombre que ciegamente como el varal, la sigue por las montañas del Himalaya del amor, lo pueden llevar incluso a matarse él mismo.  Se ha sabido de muchos casos de muchos hombres, que se han matado por este tipo de carreras, que encienden el corazón del hombre o la mujer, en otros casos, y se destruyen.

Cada vez, que estudio la naturaleza, puedo ver más semejanza de ella en mi.  Pero es sencillo, la naturaleza, es nuestra hermana y es nuestra instructora y quiere que cada día, nosotros seamos más pensantes, y al mismo tiempo, las escenas de amor del Himalaya, sea un cine que nos llegue al corazón.

Cuando ella, es perseguida, el objetivo es subir a la cúspide de la montaña, que es tan difícil, porque es escarpada.  Y con un paso en falso en la carrera, y se termina la escena del amor.  Ella lo hace tal vez, en un tipo de juego, donde quiere que el macho deje sus toxinas, y se purifique en esta carrera.

Muchas veces, sea el hombre o la mujer, hace un poco difícil, la relación de novios, sencillamente, porque uno o el otro, debe dejar ciertos hábitos y costumbres, que no van con la inteligencia, según el Cantar de los Cantares, del varal humano.

Los invito a visitar este video que se titula:    EL LEOPARDO DE LAS NIEVES: EN ASIA SALVAJE DOCUMENTAL  de una duración de: 46: 38, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=UU4Ui8NReLc

"Aunque el amor para el varal, es difícil y le exige, lo mismo, debe ser para el género humano, responsable"