</head>
SERGIO MOYA MOLINA, es un personaje muy conocido en la cultura musical vallenata. El año pasado, estuvo compartiendo su música y sus experiencias, junto con sus hijos, en la ciudad de Ocaña, donde pudimos conocerlo y valorar su música y su personalidad.
En Bellas Artes, fue el epicentro donde nos contaba algunas anécdotas de tantas, acerca de cómo nacieron sus canciones, y a la verdad es que este maestro de la composición del folclor vallenato, tuvo que vivir experiencias un poco dolorosas.
Lo que quiero compartir es el hecho de que el hombre se propuso ser un compositor conocido en aquel entonces, en la comunidad musical vallenata. Y esto atrae mi inteligencia para poder hoy, unos meses después, escribir sobre este juglar, que tiene un estilo muy propio.
Esta canción llamada La Celosa, se debe a que él despierta el celo en su esposa, de una manera muy descarada. Sin embargo, él continúa con sus romances sin percatarse del impacto que estaba causando en las emociones y afectos de su esposa.
Para producir la canción, que no se pensaba que fuera a nacer de este conflicto, ella lo echaba muchas veces de su hogar, debido a que el maestro continuaba cultivando su jardín de amores, para luego producir canciones como esta y otras de gran impacto.
Diomedes Díaz, deja claro esto diciendo: "que la vida del artista, es más amarga de lo que nosotros creemos". Al escuchar a Sergio Moya Molina, pude entender mejor, la aseveración que hace Diomedes sobre el hogar y sobre los compromisos donde a veces hay tropiezos, y a la verdad, es que esto no es nada extraño para la sabiduría, la cultura y el arte, que están aquí presentes en este suceso, que resulta ser tan atractivo, incluso para la esposa de Sergio Moya Molina, después de vivir la experiencia con el autor de la celosa.
La música la lleva el poeta en la sangre, pero hay algo que es muy importante entender, que sin la mujer o las mujeres, incluso el niño, o digamos la familia, ella no se puede calentar para luego transmitir al cerebro donde se activan los sistemas o neuronas, que tienen que ver precisamente con el folclor.
Y están dedicadas a recibir la señal a través del corazón, que envía una sangre que produce en el cerebro, un calentamiento para que de los labios del poeta, pueda surgir una poesía musical que sólo el compositor puede expresar, debido a que el corazón está hablando y está declamando, por sus labios y no puede evitar este fenómeno que se produce cuando hay una mujer que sus ojos emiten una mirada que el poeta capta o deja que se quede grabada en sus sistemas, para luego meditar y pronunciar una canción, un tango o cualquier otro género que a éste lo haya habilitado la sabiduría.
Así de esta forma, es mejor que escuchemos la interpretación del mismo artista, del mismo que vivió la experiencia, Sergio Moya Molina, su poesía y sus hijos, que son algunos de los músicos que lo acompañan en la interpretación de la Celosa.
Los invito a visitar este video que se titula: LA CELOSA - C C J G de una duración de: 5:16, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=HXCuJV3mcCE
"Sufre el corazón del compositor y el poeta, cuando su alma se alimenta, para expresar su melodía y el encanto de sus labios"
No hay comentarios:
Publicar un comentario