Me encontré un día una zarigüeya, muy de mañana, en una pileta de agua, abajo de mi casa. Estaba tratando de salirse de ahí, porque la pileta estaba con bastante agua. Nadaba ezquizofrénicamente tratando de no hundirse.
Yo la tomé por la cola, y la saqué. Quedó como casi muerta. Yo me quedé allí esperando su reacción. Hasta que pasó el tiempo y empezó a mostrar que aún estaba con vida.
Mientras que la zorra, volvía en sí, yo pensaba: tan mal que maltratan a estas zorras, los perros, hasta llegar a matarlas. Siendo que son animales necesarios en el ecosistema.
Allí cerca de mi casa, duermen las gallinas del vecino, y nunca le han hecho daño. Para mí es diferente esta zorra, ya que no ataca a las gallinas que son una de sus presas favoritas, pero sin embargo, dicha zorra no les ha causado ningún daño.
Los animales son especiales, mientras los tratemos con respeto. La zorra se fue parando, me lanzó una mirada de agradecimiento, así la interpreto yo, y se marchó lentamente.
Para mí fue una satisfacción salvar esta zarigüeya de las aguas de la pileta, y al mismo tiempo vivir una experiencia de renovación, de esperanza y de fe, acerca de que ella se iba a volver a recuperar.
Tal vez si hubiese sido otro ser, la habría acabado de matar, y me habría gloriado en que una zorra que hace el mal, había muerto ese día.
El ser humano, es el mayordomo de la creación, y los daños que le hagamos a ella, nos lo hacemos a nosotros mismos. No podemos creer en el concepto: que pagan justos por pecadores.
La creación juega un papel muy importante, no solamente en los ecosistemas, sino también en la educación. Cuando comprendamos que la naturaleza, es nuestro libro de texto, entonces, será un placer ayudar desde un insecto, hasta un elefante, si está dentro de nuestro medio.
Promovemos el naturalismo, ya que es una de las alternativas, para las culturas de la tierra. Y es la guía que nos enseña: misericordia, paz y justicia. Estas mismas tiene el hombre, hay que alimentarlas y practicarlas en el mundo de las necesidades del género humano.
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