lunes, 12 de octubre de 2015

CIENCIA EN LAS RODILLAS ROJAS

Las tarántulas de rodilla roja, son artrópodos, que gracias a sus pelos largos y finos en sus patas, pueden detectar la dirección del viento, las vibraciones en su telaraña, los olores, la distancia recorrida y hasta el camino más rápido y seguro para llegar a su hogar.

Además cuenta con cuatro pares de ojos, uno de los cuales es de mayor tamaño para enfocar hacia adelante y calcular la distancia al saltar. Estos pelos largos y finos que actúan como sensores, son un medio muy importante en su vida. 

Entre los sensores que posee el ser humano, está la piel, que protege todo el cuerpo, y suele señalarle la temperatura, la cual le advierte de los peligros que le rodean, así mismo puede sentir las picaduras de los insectos, aunque sean sumamente pequeños y le inyecten esa especie de anestesia con sus químicos propios, para tratar de adormecer la piel.

Incluso nuestra piel puede también detectar la dirección del viento.  Estas tarántulas son unas máquinas, muy bien diseñadas para el mundo en el cual se desarrollan, y podríamos decir que nada le falta a la tarántula, para la exploración de su entorno.

Lo mismo es el ser humano, el hombre tarántula, tiene todo a su favor en el mundo natural humano, y sus sensores son una maravilla de la ingeniería de la sabiduría.

La telaraña de sus ideas, pueden registrar los acontecimientos cotidianos.  Sus ojos son lámparas interesantes para visualizar su entorno, y el camino de su casa, lo alumbra su mayor luz que es la inteligencia.

Los artrópodos son insectos muy superdotados.  Esta araña tarántula, nos sigue llamando la atención en el mundo de la ciencia por su belleza y cualidades.  La naturaleza nos sigue llamando para mostrarnos el camino de la biología, que es tan interesante y variado para que podamos entender el mundo de la tarántula y sus sentidos que son tan importantes tener en cuenta, así como su sabiduría y cultura insectívora que nos deja una lección objetiva y veraz.

El hombre debe dirigir su visión al mundo de la tarántula y aprender de su cultura.  Uno de los problemas que tiene el ser humano, es que nos hemos alejado de las pequeñas cosas de la tierra, de un mundo muy pequeño, pero con un sentido muy natural.

Recibir la ciencia es un deber del hombre del siglo 21, y transmitirla a los niños, adolescentes y adultos debe ser nuestra ubicación del viento de nuestra sabiduría natural.

"En la tarántula de rodillas rojas, he colocado inteligencia natural y en su sensibilidad: ciencia.  Dice Jehová"

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