viernes, 16 de octubre de 2015

UN AVE MAESTRA

Los tucanes son exclusivamente de esta parte del mundo: América del Sur.  Se caracterizan por sus enormes y voluminosos picos de vivos colores que a pesar de su tamaño, son muy livianos y afilados; y les permiten alimentarse de frutas, insectos pequeños, vertebrados y huevos.

La alimentación de los tucanes está muy balanceada, para así poder ser un ave equilibrada físicamente. Su pico afilado es algo maravilloso.  

El ser humano debe tener en cuenta una dieta muy baja en grasas, y abundancia en frutas para que pueda desarrollar las facultades del raciocinio, y así los colores de la sabiduría, estarán en su lengua, que puede interpretar las ciencias de la tierra.

Es maravilloso poder conocer las costumbres de esta ave y filosofar para que el mundo conozca sus propios colores.

Así como esta ave necesita un cuerpo liviano, el hombre también necesita un cuerpo liviano, un cuerpo que le permita desenvolverse en los  quehaceres de la vida, sin perjudicar su salud y sin perjudicar su bienestar.

Las aves, son un ejemplo de vida para el hombre, unas nos dan un mensaje y otras nos enseñan otro tipo de vivencia; pero todas tienen algo en común: son maestras que Dios nos ha colocado en el mundo de las aves.

Para ellas comunicarse producen ruidos acompañados de sonidos de percusión, hechos con su pico. Lo que para nosotros es un ruido, para el tucan es comunicación.  Es indispensable la comunicación, no solamente entre las especies de las aves, sino que se necesita la comunión del hombre con la naturaleza para conocer su sabiduría, la cual nos muestra Job en este texto:

"Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; a las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán" (Job 12: 7)

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