EL ÁTOMO HUMANO

A medida que los científicos han estudiado, el átomo, fueron conociendo la estructura de él, a través de los experimentos.  De manera que el átomo es algo muy pequeño, pero lo pequeño en la ciencia, nos muestra lo grande.

Podríamos decir que el átomo está dividido en su estructura.  La naturaleza en sí, podríamos decir que está dividida como si fuese un gran átomo.

Sin embargo enseña tanto lo positivo como lo negativo.  Lo mismo sucede con la galaxia donde vivimos.  Debemos estudiar  la naturaleza y las ciencias, y ellas nos enseñarán el secreto de la división.

Esto quiere decir que el hombre debe estudiar dos hipótesis principales conforme lo ha estudiado la ciencia: la verdad y la mentira.

Pero la ficción está puesta con varios propósitos, y es que el hombre comprenda la ficción del cosmos y comprenda la cultura de una lengua inteligente. Digamos claramente que dos culturas posee la tierra: que es la verdad y la mentira.

Estas dos culturas están presentes en el hombre, porque se ha heredado desde el comienzo de la humanidad, y esa ha sido la Filosofía que se ha implantado o conocido a través de las culturas.

Saber interpretar estas dos lenguas es muy importante para el hombre de hoy, y que estas dos culturas no sean un dolor de cabeza para la práctica en la vivencia de estas dos lenguas.

Hay que estudiar y analizar el átomo que contiene cargas positivas y negativas.  Dios ha hecho lo positivo y lo negativo, en una cosa tan pequeña como lo es el átomo.

Todo gira alrededor de él.  Yo creo que el hombre tiene la mentira y la verdad girando en los sistemas de la mente y generalmente utiliza una de las dos cargas, dependiendo de la cultura de quien se le acerca a su alrededor, ya sea con buena o mala intención.

Porque la sabiduría natural nos ha dado a comprender que los dos conceptos son necesarios para una buena salud integral de la psíquica.

El Filósofo Jesús quien había estudiado las ciencias y el átomo, le dijo lo siguiente a la multitud: "¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿Por qué vosotros no me creéis? (Juan 8: 46) 

Este científico les dijo claramente que ellos eran un átomo, y los átomos humanos no comprenden la sabiduría que unifica las culturas del mundo.