viernes, 15 de abril de 2016

CAÍDOS DE LA LUNA

La Psiquiatría sigue estudiando la mente del género humano.  Y cuando una persona es llevada a los centros de atención psiquiátrica, por lo general se empieza a estudiar cada caso específico.  Sin embargo, todas las personas con problemas psiquiátricos, tienen un mismo epicentro, y es que no pueden controlar los sistemas del cerebro y del pensamiento.

Estos se han alterado por alguna razón.  Las razones para que un cerebro entre en crisis, son muchas, y de diversa índole.  El trabajo de la Psiquiatría, es ajustarse a cada necesidad de los pacientes que atiende.

Sin embargo, lo clásico en los locos, es una imaginación suelta y sin control.  Se desborda ésta y es como las corrientes de un río crecido, que nadie puede cruzar.  La ciencia del Psiquiatra tiene que penetrar esas aguas desbordadas y empezar a tratar al paciente, para que esa alucinación, pueda ir mermando, así como las aguas del río crecido.

Se le hace entonces un monitoreo, y los locos vuelven en sí, de una manera muy lenta.  Este es el costo de haber descuidado las facultades del raciocinio.  Podríamos decir que la mente, se desprograma, semejante a la computadora, y el trabajo de la Psiquiatría, es programar de una manera lenta, pero segura la mente del ser  humano.

Al no haber control en la información mental, cuando el loco está hablando o escribiendo, empieza a hacerlo de una manera incoherente o intermitente. Es decir que se confunde con su propia expresión.

Por eso es necesario que el hombre tenga orden y disciplina para evitar todas esas patologías, que la mayoría de los dementes en el mundo no las comprenden.  Por ejemplo, todo lo perjudicial en los hábitos alimentarios y costumbres de vida cotidiana, recae sobre la mente y la conciencia.

La conciencia es como la última palabra que tiene el hemisferio mental, y es semejante a un padre que siempre le está dando buenos consejos a la razón, está aconsejando que no practiques el mal, porque esto te acarrea destrucción automática.

Pero digamos que el pensamiento no hace caso, y hace todo independiente de la razón.  Estos son los que participan de las clínicas de reposo, finalmente, y de los establecimientos o sanatorios mentales.

El cerebro humano, ha sido diseñado con unos principios físicos, que se deben estudiar y aplicar en el mundo del pensamiento global, para evitar esa separación que los hace aparentar como si fueran seres caídos de la luna, que divagan en la oscuridad mental, porque su mundo no tiene la ciencia del conocimiento científico del cosmos.

"Recupera la razón el pobre intelectual, lentamente, así como el río, recupera su cauce, dice la razón"

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