El clima ha amanecido reposado, y la tierra ha calmado su sed, ya que en estos días, el cielo ha refrescado el mundo que está en el vacío. Las aves, están relajadas y su canto se escucha menos intenso, y al mismo tiempo lo hacen con su gracia, que la imparten al hombre que necesita estos cambios que ofrece la naturaleza.
Las personas que estaban desesperadas con el verano, hoy amanecieron en un mundo húmedo, y su estress ha ido bajando la intensidad, para llegar al mismo nivel de aquellos hombres y mujeres que dejan que transcurran las cosas, naturalmente, y no alimentan el espíritu de impaciencia, de soberbia y de estress.
Aunque Colombia, es un país de una eterna primavera, debemos comprender que tiene sus tiempos, para la lluvia. Las personas que no comprenden esto, ni lo tienen presente, creen que con estos días de verano, ya el mundo, por decirlo así, se va acabar.
A mí me parece que a estas personas les falta cultura natural, les falta conocer el campo, sembrar y darse cuenta por su propia experiencia, que la tierra está lista para proveernos todos los alimentos necesarios y suplir nuestras necesidades.
Creo que el conocer la naturaleza está incluyendo las áreas de la agricultura, donde no se duda, sino que se espera. Mientras que el ciudadano, por su aglomeración en las ciudades, se creen el chisme que ellos mismos inventan de que aquí en Colombia, no va a volver a llover.
A esto los ha llevado la libertad de una cultura sin fundamento, y que atenta contra la psíquica, principalmente del ciudadano. La ciencia, lo primero que hace es esperar, aunque hagan sus estudios, se espera el desarrollo de los cambios climatológicos, para analizar sus patrones, y así hacer sus pronósticos.
"El hombre hace sus estudios, más de Jehová, viene el conocimiento y la ciencia"
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