Ha llovido durante toda la tarde de este 24 de abril/16, y cuando ya quiere morir la tarde, después de comer, me siento en una de las sillas que están en el corredor de mi casa, desde donde se puede contemplar el panorama que ofrece el occidente.
Se quedan mis ojos fijos en las diferentes formas que la neblina, va diseñando a cada instante, y de pronto, cesa ese juego de diseños y queda exactamente el rostro de un hombre viejo, tendido en el último formato que diseña la neblina.
¿Qué representa esta cara de un hombre que ha vivido sus años? ¿A qué se debe este teatro que ofrece este atardecer de Abril?
Es la sabiduría que me ha recalcado que el anciano de días, aún vive, y que mis antepasados los muestra el cielo, a través de formas que me recuerdan el pasado, y que buscan poner en esos ojos sobresalientes, su existencia.
Ojos que salían en aquella pintura que estaba en el lienzo de la neblina, de lo alto de la montaña, o tal vez es la vejez del planeta, mostrándose a través de un viejo en la montaña, que se revela en esta cara.
En esta cara que hace énfasis, en sus ojos que me contemplan, y puedo contestar de una manera silenciosa, mientras se va recogiendo su lienzo, pero no puedo olvidar, ese rostro que impactó mi alma, y aquellos ojos que me miraron desde el cielo, mientras la montaña servía de plataforma, para proyectar ese rostro que muestra la nube antes de desvanecerse.
Yo me quedé pensando en que la naturaleza, tiene sus agentes para hablarnos con imágenes o con borradores, como la de esta tarde que enfatiza, la antigüedad. Es importante tener en cuenta, los libros, el cine y el arte antiguo, donde hay un contenido que nos puede revelar un mundo de imágenes que nos sirve para recordar, aquellos rostros, aquellas caras o aquellos hombres, que trabajaron y que se desvanecieron como la neblina, después de su arduo teatro.
El atardecer llegó, las nubes se desaparecieron, mientras dejó claro que el hombre de días, o años, sigue con nosotros, en el teatro de la vida diaria. La neblina, es el alma de este personaje, donde nos sigue hablando la naturaleza, a través de su gama de formas, que se ve tan interesante, como si estuviésemos viendo el pasado de la tierra, en este cine que presenta la montaña y la neblina.
Aprender a leer la naturaleza, es muy importante para la familia humana, y estar atentos a sus lecciones, le es al hombre, más precioso que todo tesoro en el mundo. Se necesita: disciplina e inteligencia, para que el cielo, te muestre: su álbum, que contiene las mil generaciones que han existido y que él las proyecta a través de sus medios, como un GOOGLE universal.
"El mundo del sabio, es sorprendente, y sus ojos, leen: el cielo y la tierra, más el insensato, vive distraído. Dice la sabiduría"
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