Ayer domingo, julio 31/16, salí como de costumbre al centro de la ciudad de Ocaña, de allí me dirigí a una cuadra del parque, a visitar a un amigo, en su negocio, y nos dedicamos a charlar. Al rato de estar charlando, saqué la armónica para tocarle una canción.
Mientras le tocaba la canción, llega una señora muy sociable y me dice: eso es lo que yo estoy buscando: una armónica. Yo le contesté, riéndome: yo se la tengo.
Toqué otra canción y empecé a bailar, y ella me respondió al baile, toqué otras tres canciones más, y me fui dando cuenta que ella quería era sociabilidad y al mismo tiempo, necesitaba la terapia del baile.
Me dijo que ella quería comprar una armónica para su hija de cuatro años. Yo le indiqué la tienda , donde la podía encontrar y seguimos tocando y bailando con ella.
La armónica, es un instrumento muy interesante en la sociabilidad, e incluso es muy raro aquí en mi cultura, que se enteren que yo llevo la armónica conmigo.
La señora se fue muy contenta y agradecida, nos dijo que el domingo era su día libre, y que le había encantado la forma en que tocaba la armónica. La vida nos ofrece las herramientas para la felicidad, nos ofrece cosas pequeñas, pero que tienen un gran significado cuando las valoramos, cuando las reconocemos y cuando las disfrutamos.
Noto en la señora que tiene un gran sentido de valores, que no es orgullosa, que no es sometida, que es una mujer libre. Estas virtudes nos enseñan que el ser humano, debe dejar de ser radicalista, de someter a la esposa, a los hijos y a la familia, a ideas que son contrarias a la alegría, al gozo, a la danza, a compartir o amar sin que los otros lo hagan,
Podría decir que nos encontramos dos personas en el día domingo, que no somos radicalistas, que nos gusta la música y que nos gusta el baile, y que no creemos en los radicalistas de la tierra, que no le permiten a la familia participar de otras culturas.
Estamos no muy lejanos de que al radicalismo en el mundo, se lo trague la ciencia y la inteligencia del cosmos. Desde niño no creí en ningún momento en el radicalismo, porque mi papá y mi mamá, fueron educados sin relacionarse con el radicalismo, y no usaron la libertad para ser esclavos de doctrinas que le prohíben al hombre, ser libre en gran manera, y estar en un conflicto donde los valores musicales y la danza, no tienen espacio.
La cultura es su enemigo principal, no hay una luz en el conocimiento que ilumine el cosmos. Los conocimientos del sabio no solamente son luz, sino que también son música, y esa música lleva un mensaje universal.
Los amantes de la literatura en el cosmos, deben percatarse que el mundo necesita más tiempo para la danza, más orientación para una vida que no necesite tantos guardaespaldas, para un intelecto que no necesite tantos peros, y una razón que ejecute en sintonía con el alma, la música que dice la creación que está en todo y en todos, si es posible.
"La armónica la ejecuta el inteligente, y en su poesía, transmite el bálsamo de su sentir natural"
F P
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