El entender el medio ambiente, que nos rodea, es un deber de cada ser humano, que participa en el mundo de la conservación natural. El medio ambiente, ha sido destruido, a causa del desorden y la indisciplina, que el hombre, aunque la conoce, muestra por sus obras, que no es amigo de un planeta, que necesita que el hombre, entienda que el medio ambiente, no es un capricho que se han inventado los naturalistas científicos que trabajan, para que nuestro jardín universal, tenga una mejor asistencia, y al mismo tiempo, se prolonguen sus siglos.
En este trabajo de prolongar el medio ambiente, se hace un llamado a todos los hombres, que crean o no, en la prolongación de los años de nuestro planeta, necesita, que dejemos de mirarlo y creer que es un miserable mendigo.
Son muchas las personas, o muchos los millones de seres humanos, que tratan a nuestro planeta, como algo menospreciable, como algo que no tiene importancia, ni trascendencia, el conservar sus cuencas, y volver a hacer los sembrados de árboles, que son la garantía para un mejor oxígeno y una nueva vegetación, que producirá de una forma lenta, la humedad necesaria para la tierra.
Es así, como debemos concebir el plan de restaurar la tierra, y su entorno natural. No hay que esperar, que venga Dios, a hacer esta obra, ya que como la tierra es nuestra, tenemos que velar por ella, nosotros mismos, en los aspectos de conservación y arborización, ya que estas son las diversas necesidades urgentes, que demanda la tierra, en este siglo 21.
Digamos así que en esta finca, trabajó una familia, que eran descendientes de Adán, y que lo que hicieron, fue comer y beber, y destruir el medio ambiente, en esta finca, llamada: el jardín. Y jamás, les interesó a los hijos de Adán, el asunto referente a su cuidado.
Los hijos de Adán, no aman la tierra, no creen que la tierra con nuestra ayuda en reforestación, podría seguir existiendo, tal vez unos siete mil millones de años más. Esta familia se dedicó a la guerra, a la destrucción del hombre por el hombre, e involucró a la naturaleza, para su propio y avaro beneficio.
Utilizaban el saber egoísta, y no dejaban que ninguna persona pensante, defendiera la tierra de estos extra terrestres, que se identificaron con el nombre de Adán. Como no son de aquí, no les interesa el futuro del planeta, porque ellos están de paso, están saqueando nuestra tierra, porque han creído que se podrían llevar nuestras riquezas, en agua, árboles, plantas nativas y la gran biodiversidad que posee el mundo más rico de esta galaxia.
Pero todo esto, es el sueño de esta familia, que creyeron que por entrar por el jardín, la fortaleza de la tierra, no se iba a dar cuenta de estas zorras que contemplo en mi jardín, dice la sabiduría de la tierra.
Los extraterrestres que perjudican la tierra y que dañan los bosques del mundo, hay que detenerlos y aplicarles la disciplina, que corresponde al delito contra nuestro jardín.
Creemos en nuestro mundo, y no dejamos de sentir que la humedad, se empieza a ir, dejándonos sin lo primordial para la supervivencia: la flora, la fauna, y el agua, entre otros componentes necesarios para la vida, donde el hombre debe vivir, dice la sabiduría, con responsabilidad sobre el medio ambiente.
"El hombre, que no ama la tierra, ni su medio ambiente, está aborreciendo la riqueza y la heredad natural, que le pertenecen a las próximas generaciones"
F P
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