Amanece el día oscuro, debido a que la neblina, está asentada sobre la ciudad de los Caro. Y la luz del sol, no puede levantar estas tinieblas, que insisten en quedarse en esta fría mañana. Desde nuestro centro en la naturaleza, podemos ver y sentir que la temperatura, está baja.
Sin embargo, las aves, aquí en el campo, cantan debajo de esta sombra, que no le permite al sol, llegar a este mundo, donde se escucha su canto, a pocos metros de nuestro comedor, pero no es posible verlas, debido a la oscuridad que nos presenta la neblina en este día.
Es maravilloso, vivir en una tierra cuyos cambios climáticos, son satisfactorios, porque es parte de nuestra vida cotidiana. En esta parte del mundo, se están preparando en el campo, para hacer sus rozas, lo que se conoce también con el nombre de socolas, para luego a finales de Marzo, hacer la quema y esperar que llueva en Abril, y entonces proceder a sembrar las semillas que tienen preparadas, para que el ser humano, tenga el alimento que la mano del hombre, produce.
Esto es bastante interesante, no sólo para nuestra cultura, sino también para otras culturas a las cuales les llega este alimento, que con esfuerzo y perseverancia se produce en el campo, y la naturaleza es el epicentro de esta despensa agrícola.
Yo entiendo que cuidar la naturaleza y específicamente conservar su medio ambiente, genera discordia entre la gente que la cultiva o que la explota para cría de ganado vacuno, aves de corral y otras especies.
Pero en sí el problema estriba es en la orientación que los agricultores en el mundo, no tienen; y esto hace que ellos, se confundan, debido a la información en los medios masivos de comunicación de la tierra, donde se anuncia, que la tierra, debemos conservarla y ser disciplinados para no producir un calentamiento global prematuro.
La cultura del jardín, necesita que los medios gubernamentales y otras instituciones relacionadas con el tema de la conservación, se percaten que hay que ir al campo, y dar la instrucción con una supervisión constante.
El campesino o la familia del campo, debe tener una disciplina bien definida, basada en un conocimiento que le permita al medio ambiente, y al contexto natural, ser las personas que puedan habilitar la naturaleza desde el punto de vista del análisis, acerca de cuál es el árbol que se debe cortar, o el monte que se va a socalar, si esto afecta las cuencas o el río, que pasa por ese lugar, y que involucra males para el sistema natural de la tierra.
Debemos decir que el asunto de quemas, debe reducirse lentamente, porque si yo quemo, enseguida estoy inhabilitando la tierra, y le estoy, así, quemando la piel.
El que desea que la tierra, nos dure unos años más, debe comprender muy bien, a través del estudio que la biología conservacionista, es la materia del jardín de los vivientes.
"El hombre del jardín, necesita herramientas, conocimiento y ciencia, para tratar la tierra con sabiduría y amor natural"
F P
No hay comentarios:
Publicar un comentario