La naturaleza, es uno de los medios, que ennoblecen el carácter, debido a que su influencia, es cien por ciento positiva. En ella, el joven podrá recibir en su psíquica, el canto de las aves, y la gran variedad de colores, que la rodean, le mostrarán no solamente lo visual, sino también el perfume que mantiene en el oxígeno, que respiran los pulmones del hombre, que está comenzando a definir, su vida física y su carácter.
Este mundo en el jardín, hará que sus habitantes, puedan vivir de una manera muy conveniente en asuntos de trato, ya que su cerebro, está siendo enfriado por la atmósfera que le permite una paz que puede compartir en familia, a través de la vivencia, cosa que es difícil para el hombre, que no tiene las alternativas, que posee el jardín que llamamos: tierra.
Es muy interesante que los jóvenes, visiten los bosques y collados del mundo, y puedan de esta manera, oxigenarse un poco de la contaminación de la ciudad
Y de sea manera, pueda conocer ese mundo, donde el sonido tiene una frecuencia que nos permite dialogar con la familia, mientras su música, permanece sin estropear nuestro propio sonido, sin intervenir en nuestra cultura, si nosotros no lo permitimos, porque a pesar de que su imperio, se siente al momento de entrar en sus fronteras, aún podríamos estar lejos de entender su sabiduría.
La juventud, que se traslada a la naturaleza, debe abrirle las puertas a su entendimiento, y aplicar su raciocinio, a su ciencia. Esto hará que los jóvenes, sean más suaves de corazón, y más tranquilos de su psíquica.
Esos son los primeros frutos que el ser humano, recibe de ella, y esto es muy importante porque otras personas que están en proyecto de paz, podrán tener algunos ejemplos en la familia, en el colegio, en la universidad, en la sociedad y en todos los estamentos de la tierra, que claman por una paz práctica, por una paz viviente, por una paz que no está en los libros, sino que ahora, se siente en cada comportamiento del ser humano, y se disfruta al saludarnos en las calles de las pequeñas y grandes metrópolis del mundo.
Debe haber una disponibilidad para el hombre pensante, que busca largos días y largos años para vivir en una sociedad que busca la paz desde los acuerdos, sin embargo, lo más interesante de la paz, son los resultados que el mundo clama por sus calles, en sus ciudades, debido a que no se entra por el imperio del conocimiento de la paz que nos lleva a la literatura viviente, que tiene la naturaleza, en su vasta biblioteca.
Estamos enviando mensajes al mundo, como hojas en el otoño que caen, con el color propio de la sabiduría de la naturaleza, y de una Psicología que le permita al que contempla la hoja, observar detenidamente los mensajes, que tiene la hoja, para la estación de la vida, en la que el hombre, el joven y el adolescente, o la familia, se haga un pare para entender el otoño de la sabiduría, a la que nos llevará la paz.
"La paz buscan las naciones, y acuerdos de paz, se están dando en el mundo; más la ciencia de la paz, es el conocimiento y el buen trato con los demás"
F P
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