lunes, 11 de septiembre de 2017

CULTURA DE INSECTOS



La familiaridad con la naturaleza, hará que los miembros de la familia humana, puedan comprender las verdades, que durante miles de años, han sido vanas para las culturas que ignoraron la sabiduría de su existencia.

Gracias a que el Creador, puso en la naturaleza, un principio indiscutible, que es eterno en cada planta, en cada árbol, en cada ave, en las bestias del campo, en los ríos y en los mares, la familia humana debe despertar y leer en cada uno de estos movimientos y principios que tiene el planeta, y que aún el hombre, necesita establecerse, en esa gran verdad de que la naturaleza, realmente: no muere.

Que está en una constante evolución, y que las flores surgen a su tiempo, se marchitan y mueren. Pero se han fijado los ojos, y la razón de la humanidad, ante este fenómeno.  Desde miles de años atrás, el hombre ha tenido una ciencia que no lo ha dejado observar, más allá de la muerte, de una flor.
  
Sin embargo, la naturaleza dará a los científicos, y estudiantes del jardín, realmente una ciencia que deja de quedarse como los insectos en la flor, comiéndose el néctar y el polen, y proclamando un mensaje de un cosmos, diríamos que es el de la flor, la humanidad, y la familia de la tierra, se ha quedado estudiando simplemente la flor, lo mismo que el insecto.

Cuyo interés es el de polinizar las flores por el interés de tener su néctar y su polen.  La Psicología ha estado estudiando en realidad este asunto de la eternidad de la tierra, que se  muestra muy segura y que las plantas del jardín, su flora y su fauna, nos dejan ver el principio eterno en cada planta, y en cada código del reino animal.

Ha llegado la hora en que las naciones, comprendan que la flor viviente le ofrece a la humanidad y a los insectos, todo un teatro, porque resulta que los insectos, proclaman y lo han hecho durante millones de años, que todo en este mundo natural del jardín, es pasajero.

Y el hombre, también se ha creído lo mismo que el insecto, cree en lo superficial del jardín, digamos así, que son las flores.  Y esto es lo que los insectos en cada comunidad de esta cultura del jardín, le enseña a sus descendencias, y que si no se poliniza, están perdidas, y que en realidad, el jardín no tiene futuro, que todo es así, en el mundo del insecto, y que ellos se sienten cansados del arduo trabajo que tienen que ejecutar diariamente, y que al final de cuentas se van a la tumba, sin ninguna riqueza de esas que disfrutan, en el jardín.

Nos damos cuenta que la Psicología se abre camino para encontrar razones que han venido quedándose en el camino del conocimiento científico y natural.

Por eso nuestra cultura de hoy, puede zarandear a todas estas culturas. cuya ciencia ha llegado hasta el suceso de la flor, donde la persona, se lamenta de la muerte de la flor, porque con ella, ha engañado a su semejante, y al insecto se le ha acabado el néctar y el polen.

Se debe reflexionar en que la flor va y viene, más las plantas en este cosmos, permanecen.  Nuestra inclinación no debe ser por la flor, que perece, sino por la naturaleza, que permanece, cómo conocerla, cómo vivir más entre ella y cómo descubrir sus ciencias.

Ya que esto no es de los insectos humanos, que han distorsionado el verdadero conocimiento científico filosófico, y su poesía no tiene los principios interpretativos de la eternidad de nuestro jardín global.

Invitamos a nuestros lectores a que incursionen en la naturaleza, y en las ciencias, no con el concepto del insecto, ni de su doctrina, de que la flor se muere y de que en este mundo, hay que comer y beber, porque mañana, moriremos, y que nada es eterno en el mundo.

Todas estas filosofías insectívoras humanas, están perdiendo su color debido a que la tierra, está diseñada, con principios eternos, y es difícil creer en lo que dicen algunas doctrinas, que manifiestan que la tierra, pronto desaparecerá.

F P C

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