La naturaleza, es tan interesante, que si nos fijamos en sus riquezas, podríamos decir así como el centurión romano: "básteme una parcela, y seré rico en alimento, y en conocimiento de la tierra".
Desde la niñez, he vivido en el campo, y he podido observar cómo el pan se pierde, mientras otras personas se dedican a pedirle a Dios, que les provea el pan de cada día. De hecho en el campo, donde se siembra, y donde se asiste, la comida sobre abunda, debido a que la naturaleza es sumamente agradecida.
Prácticamente yo me crié entre dos hogares, y podía ver dos diferencias, pero que tenían el mismo principio y que consistía en labrar la tierra. Entre otras, queremos compartir sobre la yota verde, que es una especie de papa, y que cuando está en abundancia, la mayoría de las veces, se pierde en la huerta, debido a que hay otras opciones de alimento en la viña, y el ser humano, tiene de donde elegir lo que más le gusta.
La yota verde, como la llamamos aquí, sirve para preparar diversos platos, como sopas, jugos, dulces, entre otros, y sirve como bastimento en respuesta a que el hombre labró la tierra.
Podemos darnos cuenta que aquí el Rey Salomón, declara que el pobre es rico, porque cuando el hombre cultiva la tierra, va a tener como resultado un gran variedad de platos que alimentarán no solamente a los de su familia, sino que podrá compartir con el hambriento descuidado, digamos.
Toda la vida la familia humana, ha estado en conflicto por el pan que no ha cultivado, y en vez de sembrar, lo pide a Dios, creyendo que Él dio la tierra a la familia humana, simplemente por capricho.
Cuando el hombre se encamina a labrar el jardín, ya ha dejado de creer en cosas de rodillas, que en realidad, lo van llevando lentamente a la miseria, así como el rico que duerme y no sabe más de la administración de sus propias riquezas.
Debe el hombre de hoy, usar los medios tecnológicos, que posee el jardín o sus propias alternativas que tiene al alcance con su familia, para que no le pida más a lo invisible, sino que en vez de pedir, comprendamos que hay es que producir, y que una de las cosas interesantes, en el tema de la agricultura, así como en cualquier otra área, es la perseverancia y el juicio, cuyo epicentro es el cálculo para deducir qué nos proponemos, y cuál será el resultado.
En el caso de hoy, basamos esta reflexión en el siguiente texto: "En el barbecho de los pobres hay mucho pan; Mas se pierde por falta de juicio" (Proverbios 13: 23) versión Reina Valera 1960.
La pérdida en el campo, se da por falta de la cultura del juicio, por eso podemos ver tantas personas aglomeradas en las ciudades, por el simple hecho de que en el campo, no se tiene conocimiento de la palabra, juicio, de una manera científica y razonable.
Y esto hace que el campo sea tenido como algo sin valor. Sin embargo, la naturaleza, sigue produciendo alimentos, sin tanto esfuerzo o inversión. Es necesario que el hombre conozca muy a fondo, la cultura del juicio, y entienda que el jardín le ofrece un pan, donde no se necesitan largas oraciones para poseerlo. Aquí hay sabiduría.
La yota es una planta que no necesita tanta dedicación, sólo colocarla en la tierra apropiada, y ella puede dar seiscientos frutos, llamados aquí entre nosotros: "el pan o la papa del pobre". Sin embargo, las personas que saben de gastronomía, pueden hacer maravillas con dicha papa o pan para el pobre.
Cuando el mundo entienda que el jardín tiene capacidad para producir para el globo terráqueo, y la justicia no solamente se practique en el comercio, sino que se tenga en cuenta en todas las acciones que involucran la agricultura alternativa, para el globo, entonces en otros países como la India, África, entre otros, podrían beneficiarse de estos ricos panes que ofrece la despensa del jardín global, a todos los moradores de la tierra, que desean un pan para cada día, cuando aquí se pierde, porque el hombre de nuestras culturas, tiene tantas opciones.
"El hombre insensato, alucina por un pan, más el inteligente, lo cultiva y lo comparte con sus amistades"
F P C
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