En todas partes del jardín global, se han levantado escritores con un mensaje que lleva una tilde de filosofía y con un punto y coma de énfasis en la educación, y esto es lo que hace que el mundo y sus culturas, sigan este conocimiento que refleja la luz y sabiduría del ser humano pensante, que alcanza los umbrales del pensamiento que transporta la filosofía para convertirse en un conocimiento universal, haciendo a los poseedores: poderosos.
En el mundo de las letras, debemos tener en cuenta, nuestros antepasados, para poder conocer ese mundo y entender sus sentimientos que aún nos trae la cultura de éstos que se esforzaron por dejarnos un legado que se trabajó desde su propia niñez.
En este caso, Rabindranath Tagore, nos dice lo siguiente: "Hemos venido a este mundo para aceptarlo, no simplemente para conocerlo. El conocimiento puede hacernos poderosos, pero por la afinidad sentimental alcanzamos la plenitud" Tomado de: LIPIKA - Pomaire, página 13.
Así que este Nobel tiene una tendencia superior, y es la educación de la familia de una manera integral. Esto es muy valioso para nuestro mundo de hoy, donde transcurre el tiempo, pero sus obras se mantienen, reportándonos su sabiduría, que tiene un objetivo muy sencillo, pero el elemento principal es la educación, que nos atrae a todos los estamentos de nuestro jardín, para conocer que Tagore trabajó en su época por la familia, y enfatizó la educación integral para el niño.
Esto es un tesoro que debemos albergar en los sistemas del conocimiento de nuestro cerebro, para poder transmitir en la escuela, en el colegio y en la universidad, esta filosofía que hoy, tiene nuestro mundo para entender a la familia y proyectar al pensamiento global, el propósito o legado de Tagore.
Tagore nos dice en el pensamiento clave que estamos usando para este texto, que hemos venido a este mundo para aceptarlo, lo cual me trae a la memoria una frase de un poeta del binomio de oro, de nuestro folclor vallenato que dice: "Acéptame como soy".
Así podemos entender que nuestros poetas, atinan en esta frase, convirtiéndose la nuestra, en un símil de la poesía de Tagore. Sin embargo, creo que el mundo, respetando la idea de este literato, no necesita que lo aceptemos, porque formamos parte de su movimiento y de su propia naturaleza.
Y cuando esto sucede, ya el hombre, no es un intruso en medio de la creación, y ni tampoco en los circuitos de inteligencia, que posee la tierra, sino que somos polvo galáctico de donde procede la sabiduría que busca sus propias raíces, y un gen que muestra la aceptación, no como un enamorado de una doncella de nuestro jardín.
Es que somos de la misma sangre, que posee el cuerpo natural y pensante de nuestro jardín. Tagore fue un hombre que quería ser nuevo, y en eso estamos de acuerdo, porque la vejez del hombre es desconocer la cultura, es desconocer el raciocinio y sus impulsos, esto es lo viejo del hombre y lo contrario es en lo que este Nobel, enfocó y proyectó en su vida y en sus obras.
Por ende, estamos contándole al mundo de la idiosincrasia tecnológica, un renglón de este hombre que nos parece bastante superior y sus objetivos, nos podrían llevar a avanzar más sobre la educación, la filosofía, la música y la poesía.
Su sociabilidad nos sigue impactando. El conocimiento fue un aliciente para declamar y que se escuche en el mundo de la cibernética, su grito poderoso en cultura y sentimiento que se necesita para que el poema no se quede entre dos labios sin sonido.
Así el Nobel sigue sonando su corazón, sus propósitos y sus vivencias que son lo interesante y armonioso de su poesía, hindú, que debe agradar o debemos participar de ella, sumergiéndonos en el mundo de sus letras, para poder hallar la tilde de filosofía y el punto y coma del Nobel, y su obra literaria.
En el mundo de las letras, debemos tener en cuenta, nuestros antepasados, para poder conocer ese mundo y entender sus sentimientos que aún nos trae la cultura de éstos que se esforzaron por dejarnos un legado que se trabajó desde su propia niñez.
En este caso, Rabindranath Tagore, nos dice lo siguiente: "Hemos venido a este mundo para aceptarlo, no simplemente para conocerlo. El conocimiento puede hacernos poderosos, pero por la afinidad sentimental alcanzamos la plenitud" Tomado de: LIPIKA - Pomaire, página 13.
Así que este Nobel tiene una tendencia superior, y es la educación de la familia de una manera integral. Esto es muy valioso para nuestro mundo de hoy, donde transcurre el tiempo, pero sus obras se mantienen, reportándonos su sabiduría, que tiene un objetivo muy sencillo, pero el elemento principal es la educación, que nos atrae a todos los estamentos de nuestro jardín, para conocer que Tagore trabajó en su época por la familia, y enfatizó la educación integral para el niño.
Esto es un tesoro que debemos albergar en los sistemas del conocimiento de nuestro cerebro, para poder transmitir en la escuela, en el colegio y en la universidad, esta filosofía que hoy, tiene nuestro mundo para entender a la familia y proyectar al pensamiento global, el propósito o legado de Tagore.
Tagore nos dice en el pensamiento clave que estamos usando para este texto, que hemos venido a este mundo para aceptarlo, lo cual me trae a la memoria una frase de un poeta del binomio de oro, de nuestro folclor vallenato que dice: "Acéptame como soy".
Así podemos entender que nuestros poetas, atinan en esta frase, convirtiéndose la nuestra, en un símil de la poesía de Tagore. Sin embargo, creo que el mundo, respetando la idea de este literato, no necesita que lo aceptemos, porque formamos parte de su movimiento y de su propia naturaleza.
Y cuando esto sucede, ya el hombre, no es un intruso en medio de la creación, y ni tampoco en los circuitos de inteligencia, que posee la tierra, sino que somos polvo galáctico de donde procede la sabiduría que busca sus propias raíces, y un gen que muestra la aceptación, no como un enamorado de una doncella de nuestro jardín.
Es que somos de la misma sangre, que posee el cuerpo natural y pensante de nuestro jardín. Tagore fue un hombre que quería ser nuevo, y en eso estamos de acuerdo, porque la vejez del hombre es desconocer la cultura, es desconocer el raciocinio y sus impulsos, esto es lo viejo del hombre y lo contrario es en lo que este Nobel, enfocó y proyectó en su vida y en sus obras.
Por ende, estamos contándole al mundo de la idiosincrasia tecnológica, un renglón de este hombre que nos parece bastante superior y sus objetivos, nos podrían llevar a avanzar más sobre la educación, la filosofía, la música y la poesía.
Su sociabilidad nos sigue impactando. El conocimiento fue un aliciente para declamar y que se escuche en el mundo de la cibernética, su grito poderoso en cultura y sentimiento que se necesita para que el poema no se quede entre dos labios sin sonido.
Así el Nobel sigue sonando su corazón, sus propósitos y sus vivencias que son lo interesante y armonioso de su poesía, hindú, que debe agradar o debemos participar de ella, sumergiéndonos en el mundo de sus letras, para poder hallar la tilde de filosofía y el punto y coma del Nobel, y su obra literaria.
"El que entiende la literatura universal, no necesita que el mundo lo acepte, es parte de la cadena natural de la vida y sus diversas formas"
F P C
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