Es noviembre y la mata de yota, que tenemos en observación, muestra algo interesante para este primero de noviembre. El invierno se ha ido quedando en los meses pasados y ahora unos pequeños rocíos caen sobre el jardín.
La mata de yota, muestra que las aves han comido sus hojas, sus cogollos y sus brotes tiernos. mostrando que para las aves, las yotas tiernas, son un pan muy apetecido, que con sus cogollos, han sido el plato favorito para entrar en el verano que ya anuncia, su presencia, ofreciéndole a las aves este alimento para darle la bienvenida a esta temporada de verano.
La naturaleza nos sigue revelando sus vivencias y su alimento que también es a su tiempo. Las aves en nuestro jardín, tienen una despensa que no se alcanza a consumir y viven felices, ya que el pan sobra en este llamado paraíso.
Sin embargo, cada día enfrentan circunstancias, que son las que realmente las llevan a una experiencia y un conocimiento que cada día las hace más inteligentes. El ser humano ha creído que el tropezar es negativo, pero aquí en medio de las aves, nos están enseñando que el tropiezo también es importante, no sólo en la vida de ellas, sino de todo ser viviente donde la cultura de las circunstancias, no es muy bien discernida por quienes la proclaman desde el punto de vista doctrinal.
Cuando contemplamos las aves, podemos darnos cuenta tranquilamente de que los obstáculos son de alguna forma, los que hacen a la naturaleza misma, entender que cada circunstancia, las proyecta al mundo de la experiencia que será trasmitida a sus postreras generaciones.
De hecho es que este mundo se quejará menos, cuando entienda que los problemas, lo capacitarán y los obstáculos le darán la credencial que lo habilitará para vivir como las aves de nuestro jardín en el Catatumbo, donde se alimentan algunas de los frutos y de las hojas, que aún están tiernas.
Esto para nosotros no es algo nuevo, porque hemos visto este suceso anteriormente en nuestra parcela, con la mata de ahuyama y la de espinacas, que se estaban mirando cómo algunas de las aves que viven en nuestro patio, se alimentan de estas plantas cuyos frutos son un alimento muy agradable al paladar y a su sistema digestivo.
La alimentación juega un papel muy importante en el ser humano, debido a que el organismo necesita una dieta equilibrada. Por eso podemos apreciar en las aves este principio, ellas nos enseñan este equilibrio, que es tan interesante, ya que facilita las posibilidades de alimentarnos adecuadamente, y producir el alimento que será compartido con la humanidad, que entiende que la naturaleza, enfatiza una dieta que le permite no solamente al hombre, sino también a ella, la longevidad.
La gastronomía es una ciencia que nos dirige hacia un entendimiento superior al de las aves, cuando su dieta principalmente es a base de insectos, hojas y frutos.
En las culturas del jardín, se discute por asuntos de dieta, pero los que discuten no tienen la sabiduría de una de nuestras aves que hemos estudiado en nuestra cultura occidental. Como lo podemos apreciar en el enlace de uno de nuestros videos titulado: DESPENSA DEL JARDÍN cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=AN9ce2cfvsw&t=52s
En este caso, el entendimiento o la ciencia, en ningún momento, está en los alimentos, es más bien que debe entender el hombre del jardín, que la inteligencia se desarrolla es en las áreas intelectuales del cosmos. De allí, es que el hombre debe gloriarse en los conocimientos astronómicos y sabiduría de nuestro recreativo jardín. Sin embargo, el hombre tendrá la libertad de elegir su alimento en esta gran despensa llamada: tierra.
La mata de yota, muestra que las aves han comido sus hojas, sus cogollos y sus brotes tiernos. mostrando que para las aves, las yotas tiernas, son un pan muy apetecido, que con sus cogollos, han sido el plato favorito para entrar en el verano que ya anuncia, su presencia, ofreciéndole a las aves este alimento para darle la bienvenida a esta temporada de verano.
La naturaleza nos sigue revelando sus vivencias y su alimento que también es a su tiempo. Las aves en nuestro jardín, tienen una despensa que no se alcanza a consumir y viven felices, ya que el pan sobra en este llamado paraíso.
Sin embargo, cada día enfrentan circunstancias, que son las que realmente las llevan a una experiencia y un conocimiento que cada día las hace más inteligentes. El ser humano ha creído que el tropezar es negativo, pero aquí en medio de las aves, nos están enseñando que el tropiezo también es importante, no sólo en la vida de ellas, sino de todo ser viviente donde la cultura de las circunstancias, no es muy bien discernida por quienes la proclaman desde el punto de vista doctrinal.
Cuando contemplamos las aves, podemos darnos cuenta tranquilamente de que los obstáculos son de alguna forma, los que hacen a la naturaleza misma, entender que cada circunstancia, las proyecta al mundo de la experiencia que será trasmitida a sus postreras generaciones.
De hecho es que este mundo se quejará menos, cuando entienda que los problemas, lo capacitarán y los obstáculos le darán la credencial que lo habilitará para vivir como las aves de nuestro jardín en el Catatumbo, donde se alimentan algunas de los frutos y de las hojas, que aún están tiernas.
Esto para nosotros no es algo nuevo, porque hemos visto este suceso anteriormente en nuestra parcela, con la mata de ahuyama y la de espinacas, que se estaban mirando cómo algunas de las aves que viven en nuestro patio, se alimentan de estas plantas cuyos frutos son un alimento muy agradable al paladar y a su sistema digestivo.
La alimentación juega un papel muy importante en el ser humano, debido a que el organismo necesita una dieta equilibrada. Por eso podemos apreciar en las aves este principio, ellas nos enseñan este equilibrio, que es tan interesante, ya que facilita las posibilidades de alimentarnos adecuadamente, y producir el alimento que será compartido con la humanidad, que entiende que la naturaleza, enfatiza una dieta que le permite no solamente al hombre, sino también a ella, la longevidad.
La gastronomía es una ciencia que nos dirige hacia un entendimiento superior al de las aves, cuando su dieta principalmente es a base de insectos, hojas y frutos.
En las culturas del jardín, se discute por asuntos de dieta, pero los que discuten no tienen la sabiduría de una de nuestras aves que hemos estudiado en nuestra cultura occidental. Como lo podemos apreciar en el enlace de uno de nuestros videos titulado: DESPENSA DEL JARDÍN cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=AN9ce2cfvsw&t=52s
En este caso, el entendimiento o la ciencia, en ningún momento, está en los alimentos, es más bien que debe entender el hombre del jardín, que la inteligencia se desarrolla es en las áreas intelectuales del cosmos. De allí, es que el hombre debe gloriarse en los conocimientos astronómicos y sabiduría de nuestro recreativo jardín. Sin embargo, el hombre tendrá la libertad de elegir su alimento en esta gran despensa llamada: tierra.
"Sabiduría he puesto en las aves e inteligencia y ciencia, en el hombre pensante"
F P C
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