"Muy íntima es la relación entre la mente y el cuerpo. Cuando una está afectada, el otro simpatiza con ella. La condición de la mente influye en la salud, mucho más de lo que generalmente se cree" Tomado del libro el Ministerio de curación de Elena G. de White, página 85.
La mente es la plataforma donde se registra cada accionar del cuerpo del género humano. La psiquiatra Elena G. de White, cree conveniente que tengamos en cuenta esta relación, donde se necesita creer que el cuerpo y el cerebro son, uno, y así llevar el conocimiento a todos los sistemas de la computadora pensante.
De hecho es que cuando el uno está afectado, el otro se compadece. Es claro que nuestro cuerpo tiene todos sus mecanismos, donde se vive el principio de la consideración, donde el amor a la estabilidad y a la salud, son elementales, para poder funcionar en su perfecta armonía.
La psiquiatra nos dice que la condición de la salud, fluye, cuando la mente puede responder al mundo de los seres humanos, que está afectado por la psíquica descuidada y separada de sus propios principios, que le permiten mantener una salud estable en todos los aspectos.
Es muy importante para la psíquica del hombre, tener en cuenta, la salud de la mente y el cuerpo, para poder vivir en un mundo donde hay tantas enfermedades que generalmente son mentales.
La lectura, es una de las medicinas más interesantes, cuando el enfermo incursione en esta medicina que es tan sencilla, y la tenemos a mano a través de los libros y los medios tecnológicos, que ofrecen un vasto mundo sobre el tema de la salud, comenzará a sentir la recuperación de su salud.
En la época de Elena G. de White, las personas, muy poco creían estas cosas, y si las creían no las llevaban a cabo, porque no podían entender las dimensiones y desarrollo de creer o poner en práctica dicha cultura.
Así que en su tiempo no sonaba mucho el cuidar de los sistemas de raciocinio del ser humano. Al no tener en cuenta los sistemas del pensamiento y la relación que existe entre el organismo y la mente, el ser humano que desconoce esta cultura de la salud científica, entra en la enfermedad y depresión mental, y la humanidad cree que con sólo confesar su depresión y estrés, ya encuentra la solución.
Las penas, la ansiedad y el descontento, son los tres agentes que tiene la psíquica del hombre, cuando ha ignorado el tema de la salud. Y esto es necesario que los estamentos del jardín, den a conocer a través de sus medios, que le permitirán llegar a través de las tecnologías para que el hombre, tenga un conocimiento no solamente de la fe o un conocimiento de las ciencias, que de todas maneras, éstos son los que nos llevan al conocimiento de la mente, de la cultura y todo el cuerpo de conocimientos que tiene el globo terráqueo.
Las penas van a desaparecer, igual que la ansiedad y el descontento, porque no hay espíritu de culpabilidad, ni tampoco el hombre de este siglo, y los venideros, debe estresarse por algún asunto del jardín o por alcanzar a descubrir otra galaxia fuera de nuestro mundo.
Todo esto podrán lograrlo las potencias científicas, pero no se necesita caer en la cultura del desespero en el que ha venido muriendo la raza humana.
La ansiedad es cultivada por la ignorancia y el desconocimiento de la Psicología. Y ésta es una las enfermedades, que se ha tomado el mundo. Y la culpabilidad es un asunto doctrinal.
Cuando el género humano, se percate que las enfermedades se las está bebiendo en el vaso de las doctrinas, cada día, entonces comprenderá lo bello y lo hermoso de nuestro jardín, y sus ojos verán lo que antes no entendían y los desesperaba, y lo llevaba a otra cultura, llamada: descontento.
Los que nunca están satisfechos, los que no pueden mantener una relación estrecha entre la ciencia, el pensamiento y el conocimiento de nuestro cuerpo y psíquica, en el desarrollo del conocimiento psiquiátrico global, están por fuera del raciocinio y el equilibrio de la salud integral.
La mente es la plataforma donde se registra cada accionar del cuerpo del género humano. La psiquiatra Elena G. de White, cree conveniente que tengamos en cuenta esta relación, donde se necesita creer que el cuerpo y el cerebro son, uno, y así llevar el conocimiento a todos los sistemas de la computadora pensante.
De hecho es que cuando el uno está afectado, el otro se compadece. Es claro que nuestro cuerpo tiene todos sus mecanismos, donde se vive el principio de la consideración, donde el amor a la estabilidad y a la salud, son elementales, para poder funcionar en su perfecta armonía.
La psiquiatra nos dice que la condición de la salud, fluye, cuando la mente puede responder al mundo de los seres humanos, que está afectado por la psíquica descuidada y separada de sus propios principios, que le permiten mantener una salud estable en todos los aspectos.
Es muy importante para la psíquica del hombre, tener en cuenta, la salud de la mente y el cuerpo, para poder vivir en un mundo donde hay tantas enfermedades que generalmente son mentales.
La lectura, es una de las medicinas más interesantes, cuando el enfermo incursione en esta medicina que es tan sencilla, y la tenemos a mano a través de los libros y los medios tecnológicos, que ofrecen un vasto mundo sobre el tema de la salud, comenzará a sentir la recuperación de su salud.
En la época de Elena G. de White, las personas, muy poco creían estas cosas, y si las creían no las llevaban a cabo, porque no podían entender las dimensiones y desarrollo de creer o poner en práctica dicha cultura.
Así que en su tiempo no sonaba mucho el cuidar de los sistemas de raciocinio del ser humano. Al no tener en cuenta los sistemas del pensamiento y la relación que existe entre el organismo y la mente, el ser humano que desconoce esta cultura de la salud científica, entra en la enfermedad y depresión mental, y la humanidad cree que con sólo confesar su depresión y estrés, ya encuentra la solución.
Las penas, la ansiedad y el descontento, son los tres agentes que tiene la psíquica del hombre, cuando ha ignorado el tema de la salud. Y esto es necesario que los estamentos del jardín, den a conocer a través de sus medios, que le permitirán llegar a través de las tecnologías para que el hombre, tenga un conocimiento no solamente de la fe o un conocimiento de las ciencias, que de todas maneras, éstos son los que nos llevan al conocimiento de la mente, de la cultura y todo el cuerpo de conocimientos que tiene el globo terráqueo.
Las penas van a desaparecer, igual que la ansiedad y el descontento, porque no hay espíritu de culpabilidad, ni tampoco el hombre de este siglo, y los venideros, debe estresarse por algún asunto del jardín o por alcanzar a descubrir otra galaxia fuera de nuestro mundo.
Todo esto podrán lograrlo las potencias científicas, pero no se necesita caer en la cultura del desespero en el que ha venido muriendo la raza humana.
La ansiedad es cultivada por la ignorancia y el desconocimiento de la Psicología. Y ésta es una las enfermedades, que se ha tomado el mundo. Y la culpabilidad es un asunto doctrinal.
Cuando el género humano, se percate que las enfermedades se las está bebiendo en el vaso de las doctrinas, cada día, entonces comprenderá lo bello y lo hermoso de nuestro jardín, y sus ojos verán lo que antes no entendían y los desesperaba, y lo llevaba a otra cultura, llamada: descontento.
Los que nunca están satisfechos, los que no pueden mantener una relación estrecha entre la ciencia, el pensamiento y el conocimiento de nuestro cuerpo y psíquica, en el desarrollo del conocimiento psiquiátrico global, están por fuera del raciocinio y el equilibrio de la salud integral.
"Las penas y la ansiedad, son la cultura que vive el hombre que desconoce la psiquiatría y el conocimiento"
F P C
No hay comentarios:
Publicar un comentario