El carácter es algo que se le traza a la persona, o se le escribe en las neuronas. Y esto es algo muy importante en la educación del niño y del adolescente, porque si no se proyecta esta escritura, este conocimiento, seguramente el niño o el joven, no tiene definición e identidad propia.
Al compartir con algunos jóvenes, me doy cuenta que no tienen lo elemental del ser humano, que es una energía y un conocimiento propio, para poder, primeramente ser un persona, en donde la virtud reclama originalmente, el conocimiento y la ciencia.
Si los padres, no entienden ni han realizado la obra tan importante y trascendental como lo es enseñarle y darle instrucción a los jóvenes, el carácter que adquieren, no los podrá convertir a ellos en alguien peculiar.
En la formación del carácter, se necesita gran conocimiento en aquel que está escribiendo los primeros renglones en las páginas de cada neurona que necesita una identidad propia.
De lo contrario, el joven no tiene en sus neuronas, las letras del saber, y su conocimiento es confuso, y su razonamiento, no tiene una proyección definida.
La firmeza en la expresión, se afirmará cuando se hayan proyectado estos principios, y serán la potencia del carácter, y cuando el niño los entienda, y los pueda leer él mismo, serán su fuerza y su inteligencia, y entonces los demás que los rodean y comparten con ellos, verán en él y en su expresión, un modelo de ser humano y una persona muy interesante por el encanto de su carácter.
Sus tendencias serán toda la vida la de alimentar los archivos o la memoria del pensamiento, y esto hará que se destaque, porque el conocimiento está siendo valorado por sus neuronas, y lo está proyectando al mundo de la sociabilidad, donde estos niños serán admirados.
La moralidad no le será un tema tedioso, en el que su corazón y sus virtudes se enreden, porque la escritura de su padre y su madre, que son vitales, estarán siempre alimentándolos con la energía del amor y el conocimiento, hasta donde el niño o el joven, pueda seguir su camino, explorando el mundo científico y a la vez que explore nuestro jardín, irá cada día y en cada momento, perfeccionando el carácter, sin dejar de entender que éste, cuando se adquiere, es para toda la vida.
Si no se alimenta, seguramente se va a colapsar y se va a borrar la escritura, que es la garantía de la enseñanza de su padre y su madre, que son los que el niño o la niña, que quiere reproducir un carácter semejante a sus padres, debe insisto, alimentar constantemente.
Las virtudes, necesitan entender que las ciencias, son la vida y la energía que le da cada vez más potencia a su alma. Y sin éstas, el hombre no tendrá nada peculiar, ni su conversación tendrá la gracia del conocimiento práctico.
Es interesante que los padres y los tutores, hayan sido preparados para esta labor tan tierna, e importante para que en nuestro jardín, se mejoren los indicadores de violencia, y las postreras generaciones, lleven en su carácter o neuronas con el lenguaje del amor y el buen trato, las virtudes que esculpen los padres en la mente de los niños.
Que no haya sombras de duda, en cuanto a lo que el niño, estudia o se le enseña, porque entonces estaríamos permitiendo que la incultura, desvalorice a nuestro hijo, que aún no tiene la potencia, porque es un niño que comienza su experiencia con los juguetes que le hemos entregado.
Sin embargo, debemos velar por esta educación, que es básica y elemental en el conocimiento definido del carácter.
Los invito a visitar este corto video de una duración de 3: 02, cuyo título es: Adolescentes y jóvenes fortalecen habilidades para construir. Cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=RO-Xn4BOGuA
"En el carácter del inteligente, están las arras de la instrucción, y la peculiaridad del conocimiento y la ciencia"
F P C
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