El sol declina en la tarde de una manera muy romántica, y su poesía la podemos apreciar en la plaza de un antiguo pueblo, donde sus gentes disfrutan, mientras los rayos del sol se despiden, en este 6 de enero/18.
Su luz alumbra en las paredes, dejando escrito que su leyenda, debe continuar y sus gentes de espíritu sano, fuerte y de altura emocional, que ha llevado a este pueblo a celebrar en familia, estos carnavales que le son tradicionales.
En este atardecer, Otaré, declama a través de los eventos en el arte, en la música, el baile y la sociabilidad, que es el traductor para esta lengua que mantiene el idioma natural de su carnaval, el 6 de enero.
Mientras tanto los niños, se recrean por las calles de este pueblo que tiene la apariencia de un cuadro que el pintor o el artista han plasmado en el óleo viviente de esta obra, donde todos los componentes de la cultura y la imagen de sus vivencias, se leen muy claras, palpitantes, y se podría creer que el cuadro del 6 de enero, como obra artística viviente, ha permanecido y sigue transformándose para que los amantes de la música, de la alegría, expresen a través de las líneas del arte que Otaré, siempre ha transmitido y expresado en la galería de las inteligencias que mantiene nuestro pueblo.
El gozo de los niños, y su disputa por quién es el que mata al tigre, entre ellos, es algo que llena de alegría y de satisfacción, a aquellos que están detrás de que éstos tengan un 6 de enero, y que puedan participar con un fuego de expresiones de su edad, que recrean la mente de los sabios que escuchan en sus casas, la tertulia de estos héroes que comienzan su propia batalla.
La comparsa de niños, me dejó agradecido y con suficiente energía, para poder describir este 6 de enero, donde el clima aportó la cuota para que el ambiente climático, estuviese del lado de los niños, del extranjero y de nuestro pueblo.
Así también queremos compartir en estas imágenes, las vivencias del 6 de enero, que como todos los días, su luz, nos quería dejar. Estas imágenes las podemos apreciar en este enlace: https://youtu.be/r6UrAvYPqNo
Sin embargo la luna, se estaba peleando el espacio que se le había asignado para que acompañara en esta fiesta a todo ser viviente, que estuviese en esta fiesta del 6 de enero, donde en este caso, metafóricamente, la luna se personificó e hizo un espectáculo de aquellos que a veces narro para nuestro mundo.
Con el arpa en sus manos, sonó sus cuerdas suavemente, y su sonido cautivó a los niños que jamás habían esperado una serenata, donde la luna se transformó en artista galáctica, y comenzaron los niños entonces, a expresar una danza o coreografía desde sus raíces, llegando al mundo de hoy cuando la luna interpretaba las melodías, que se refieren a esta cultura, que enfatiza el folclor y la cultura que allí estaba presente, y todo el encanto de la música, las cuerdas del arpa y los instrumentos que sonaron, hicieron que todo niño participante y adulto, se transformaran.
Así que la noche tuvo que retirarse obligatoriamente, y el artista del cielo de Otaré, interpretó para el público presente, sus melodías, mientras estábamos traduciendo un evento, donde su influencia alcanzaba a las aves que rodean las montañas que escucharon las suaves notas donde la luna, enfatiza su arte directo y el coro de estrellas y su sinfónica, la acompañaban.
Todo parece una alucinación, pero la realidad, es que la poesía narra en sus diversos idiomas y desde allí este servidor, El Pensador del Jardín Occidental, estaba como enviado para traducir un 6 de enero que nuestro pueblo, no podrá olvidar.
Las familias gozaron y salieron como antorchas encendidas, a sus destinos, igualmente que los visitantes y fue todo traducido bajo el idioma de la ficción de la lengua poética y filosófica, desde el jardín de Otaré.
Su luz alumbra en las paredes, dejando escrito que su leyenda, debe continuar y sus gentes de espíritu sano, fuerte y de altura emocional, que ha llevado a este pueblo a celebrar en familia, estos carnavales que le son tradicionales.
En este atardecer, Otaré, declama a través de los eventos en el arte, en la música, el baile y la sociabilidad, que es el traductor para esta lengua que mantiene el idioma natural de su carnaval, el 6 de enero.
Mientras tanto los niños, se recrean por las calles de este pueblo que tiene la apariencia de un cuadro que el pintor o el artista han plasmado en el óleo viviente de esta obra, donde todos los componentes de la cultura y la imagen de sus vivencias, se leen muy claras, palpitantes, y se podría creer que el cuadro del 6 de enero, como obra artística viviente, ha permanecido y sigue transformándose para que los amantes de la música, de la alegría, expresen a través de las líneas del arte que Otaré, siempre ha transmitido y expresado en la galería de las inteligencias que mantiene nuestro pueblo.
El gozo de los niños, y su disputa por quién es el que mata al tigre, entre ellos, es algo que llena de alegría y de satisfacción, a aquellos que están detrás de que éstos tengan un 6 de enero, y que puedan participar con un fuego de expresiones de su edad, que recrean la mente de los sabios que escuchan en sus casas, la tertulia de estos héroes que comienzan su propia batalla.
La comparsa de niños, me dejó agradecido y con suficiente energía, para poder describir este 6 de enero, donde el clima aportó la cuota para que el ambiente climático, estuviese del lado de los niños, del extranjero y de nuestro pueblo.
Así también queremos compartir en estas imágenes, las vivencias del 6 de enero, que como todos los días, su luz, nos quería dejar. Estas imágenes las podemos apreciar en este enlace: https://youtu.be/r6UrAvYPqNo
Sin embargo la luna, se estaba peleando el espacio que se le había asignado para que acompañara en esta fiesta a todo ser viviente, que estuviese en esta fiesta del 6 de enero, donde en este caso, metafóricamente, la luna se personificó e hizo un espectáculo de aquellos que a veces narro para nuestro mundo.
Con el arpa en sus manos, sonó sus cuerdas suavemente, y su sonido cautivó a los niños que jamás habían esperado una serenata, donde la luna se transformó en artista galáctica, y comenzaron los niños entonces, a expresar una danza o coreografía desde sus raíces, llegando al mundo de hoy cuando la luna interpretaba las melodías, que se refieren a esta cultura, que enfatiza el folclor y la cultura que allí estaba presente, y todo el encanto de la música, las cuerdas del arpa y los instrumentos que sonaron, hicieron que todo niño participante y adulto, se transformaran.
Así que la noche tuvo que retirarse obligatoriamente, y el artista del cielo de Otaré, interpretó para el público presente, sus melodías, mientras estábamos traduciendo un evento, donde su influencia alcanzaba a las aves que rodean las montañas que escucharon las suaves notas donde la luna, enfatiza su arte directo y el coro de estrellas y su sinfónica, la acompañaban.
Todo parece una alucinación, pero la realidad, es que la poesía narra en sus diversos idiomas y desde allí este servidor, El Pensador del Jardín Occidental, estaba como enviado para traducir un 6 de enero que nuestro pueblo, no podrá olvidar.
Las familias gozaron y salieron como antorchas encendidas, a sus destinos, igualmente que los visitantes y fue todo traducido bajo el idioma de la ficción de la lengua poética y filosófica, desde el jardín de Otaré.
F P C
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