La arqueología, es un mundo que aún la mayoría de su evidencia, permanece debajo de los pies de los sabios, e incluso de las bestias del campo. La humanidad durante millones de años, ha estado tras esta cultura que ha permanecido oculta a los ojos de una gran mayoría de seres humanos, que creen que sus obras no tienen un sentido histórico, y sus imágenes pueden ser contradictorias a los credos de nuestro jardín.
En la arqueología de Otaré, conservo un búho con un diseño, donde el artesano comete un error al definir la ceja izquierda. Aunque toda la obra es perfecta, tiene este detalle que parece que hubiese sido desechada al descubrir esta imperfección de la obra, porque tal vez se distrajo, o estaba este artesano bajo los efectos del alcohol, y entonces el búho, quedó con una ceja deteriorada, y expuesta a los rayos del sol, en las montañas de Otaré, por donde los aborígenes caminaban y llevaban sus obras para que nuestra cultura, tuviera los libros de arqueología en cada obra, aunque tuviesen, desperfectos.
El material de la obra, es decir la arcilla, nos muestra que es del territorio que rodea a este pueblo de historia y de leyenda en el jardín.
La obra que estos artesanos preparan para nuestros días, y la ciencia de la arqueología del Nuevo Mundo, puede tener defectos en la frontera de la visión, pero es interesante esta obra, porque en la bóveda del tiempo, permanece sin alteración, y el búho se mantiene intacto, mostrándose su diseño y sus detalles artísticos en cuanto al plumaje y la plataforma donde está asentado, mirando hacia el futuro.
El formato de arcilla, donde está él, no es un tronco, es como una vasija que crea el artista de estas culturas del Catatumbo, para que las patas del búho, puedan tener un lugar seguro de donde nos podría mostrar a los intérpretes y arqueólogos del jardín, su defecto.
Otra hipótesis es que tal vez se encontraron un búho golpeado y precisamente, le habían dañado la ceja superior de su ojo izquierdo. Y entonces vieron en ese búho, la posibilidad de enviar un mensaje a través de su arqueología, para las futuras generaciones de este pueblo de encanto, poesía e historia.
Así reproducen este búho con la intención de que en estos días en que se ha despertado la humanidad, para darse cuenta que hay que cuidar la naturaleza, y los animales de este jardín del Catatumbo, en el globo terráqueo, sería muy apropiado que el búho estuviese durante siglos, oculto para que la arqueología de Otaré, pueda dar razones que se inclinen con ciencia a las aves de nuestras montañas, y el arte que es una de las riquezas de nuestra cultura global.
Las obras arqueológicas, nos enseñarán y nos instruirán en el camino a una arqueología, donde el hombre y el aborigen regresen a su historia.
Los invito a apreciar este video que se titula: Resurrección del Cacique Otaré (2) de una duración de: 10: 01 cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=h0osUahMtlc
En la arqueología de Otaré, conservo un búho con un diseño, donde el artesano comete un error al definir la ceja izquierda. Aunque toda la obra es perfecta, tiene este detalle que parece que hubiese sido desechada al descubrir esta imperfección de la obra, porque tal vez se distrajo, o estaba este artesano bajo los efectos del alcohol, y entonces el búho, quedó con una ceja deteriorada, y expuesta a los rayos del sol, en las montañas de Otaré, por donde los aborígenes caminaban y llevaban sus obras para que nuestra cultura, tuviera los libros de arqueología en cada obra, aunque tuviesen, desperfectos.
El material de la obra, es decir la arcilla, nos muestra que es del territorio que rodea a este pueblo de historia y de leyenda en el jardín.
La obra que estos artesanos preparan para nuestros días, y la ciencia de la arqueología del Nuevo Mundo, puede tener defectos en la frontera de la visión, pero es interesante esta obra, porque en la bóveda del tiempo, permanece sin alteración, y el búho se mantiene intacto, mostrándose su diseño y sus detalles artísticos en cuanto al plumaje y la plataforma donde está asentado, mirando hacia el futuro.
El formato de arcilla, donde está él, no es un tronco, es como una vasija que crea el artista de estas culturas del Catatumbo, para que las patas del búho, puedan tener un lugar seguro de donde nos podría mostrar a los intérpretes y arqueólogos del jardín, su defecto.
Otra hipótesis es que tal vez se encontraron un búho golpeado y precisamente, le habían dañado la ceja superior de su ojo izquierdo. Y entonces vieron en ese búho, la posibilidad de enviar un mensaje a través de su arqueología, para las futuras generaciones de este pueblo de encanto, poesía e historia.
Así reproducen este búho con la intención de que en estos días en que se ha despertado la humanidad, para darse cuenta que hay que cuidar la naturaleza, y los animales de este jardín del Catatumbo, en el globo terráqueo, sería muy apropiado que el búho estuviese durante siglos, oculto para que la arqueología de Otaré, pueda dar razones que se inclinen con ciencia a las aves de nuestras montañas, y el arte que es una de las riquezas de nuestra cultura global.
Las obras arqueológicas, nos enseñarán y nos instruirán en el camino a una arqueología, donde el hombre y el aborigen regresen a su historia.
Los invito a apreciar este video que se titula: Resurrección del Cacique Otaré (2) de una duración de: 10: 01 cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=h0osUahMtlc
F P C
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