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En el mundo de los insectos, hay una discordia, simplemente, por la comida. Y por querer, mantener sus reinos bien alimentados y fuertes. Estamos hablando de la hormiga megaponera. Quien al tener hambre, su clan, envía exploradoras a buscar otros insectos que le sirvan de alimento.
En esta película, vamos a observar, cómo una de ellas, se esfuerza por hallar algo, para suplir las necesidades alimentarias de su especie. La hormiga, encuentra un pedazo de tronco, donde las termitas inocentes, viven en sus labores cotidianas.
Pero para la megaponera, este es un plato suave y no requiere de tanto esfuerzo. Ella marca la ruta indicada para llegar hasta ellas, trayéndose de vuelta, un ejército que parecen legionarios romanos en acción.
De esta manera, los insectos viven una batalla cotidiana. Sólo para ganarse la termita de cada día. La sabiduría de los insectos, la debemos amar porque ellos ilustran la vida del género humano. Y de esto es que debemos precavernos, porque las primeras hormigas, que van adelante en estas legiones son, las que perforan el tronco donde están ubicadas las termitas.
Las más pequeñas incursionan, destruyendo totalmente el termitero, y luego las más grandes destruyen lo que queda, matando alrededor de unas cuatro mil víctimas, y llevándose consigo todo cuanto puedan llevarse.
En la vida real del hombre, sucede lo mismo, sin embargo, hay que tener en cuenta esa inteligencia que logra efectuar esta especie de hormigas para lograr su objetivo, de alimentar sus huevos.
En este caso, debemos alimentar nosotros, un pensamiento, y mantenerlo rodeado del calor de las demás neuronas que poseemos, y así pueda haber una eclosión de ideas que la psíquica puede producir.
Está en nosotros, si cuando surgen las ideas, las desviamos o las mandamos como las megaponeras, para hacer el mal a nuestro prójimo, o destruir la casa o la propiedad del vecino. Porque en este caso, nosotros podemos producir el alimento.
Teniendo en cuenta la buena tierra, la buena semilla, que es tan importante, para podernos sostener y tener un imperio superior de ideas que el de las megaponeras. Y nuestras armas, no son una inteligencia que usa la tecnología, para destrozar y acabar con la familia y con la sociedad, sino que compartimos y vivimos sin ese suplicio, que en realidad viven algunas hormigas de esas legiones que cazan a sus semejantes.
Pero para la megaponera, este es un plato suave y no requiere de tanto esfuerzo. Ella marca la ruta indicada para llegar hasta ellas, trayéndose de vuelta, un ejército que parecen legionarios romanos en acción.
De esta manera, los insectos viven una batalla cotidiana. Sólo para ganarse la termita de cada día. La sabiduría de los insectos, la debemos amar porque ellos ilustran la vida del género humano. Y de esto es que debemos precavernos, porque las primeras hormigas, que van adelante en estas legiones son, las que perforan el tronco donde están ubicadas las termitas.
Las más pequeñas incursionan, destruyendo totalmente el termitero, y luego las más grandes destruyen lo que queda, matando alrededor de unas cuatro mil víctimas, y llevándose consigo todo cuanto puedan llevarse.
En la vida real del hombre, sucede lo mismo, sin embargo, hay que tener en cuenta esa inteligencia que logra efectuar esta especie de hormigas para lograr su objetivo, de alimentar sus huevos.
En este caso, debemos alimentar nosotros, un pensamiento, y mantenerlo rodeado del calor de las demás neuronas que poseemos, y así pueda haber una eclosión de ideas que la psíquica puede producir.
Está en nosotros, si cuando surgen las ideas, las desviamos o las mandamos como las megaponeras, para hacer el mal a nuestro prójimo, o destruir la casa o la propiedad del vecino. Porque en este caso, nosotros podemos producir el alimento.
Teniendo en cuenta la buena tierra, la buena semilla, que es tan importante, para podernos sostener y tener un imperio superior de ideas que el de las megaponeras. Y nuestras armas, no son una inteligencia que usa la tecnología, para destrozar y acabar con la familia y con la sociedad, sino que compartimos y vivimos sin ese suplicio, que en realidad viven algunas hormigas de esas legiones que cazan a sus semejantes.
Dando cuenta de qué pueden gloriarse, sino en destruir a sus semejantes, para mantener sus colmenas, sus huevos, a costillas de las pobres termitas indefensas. En este caso, la psicología, es muy importante, y es como un código que lleva en sí, el hombre que no desea mal a la humanidad, porque en realidad, tiene una cultura de trabajo, de unidad y de responsabilidad.
Aunque las megaponeras, destrozan al prójimo, por la supervivencia, debemos tener en cuenta que no todas las hormigas, tienen este tipo de filosofía. Éstas representan al hombre despiadado, sin cultura, sin principios, y sin ciencia, que tiene que atacar a su semejante, para poder vivir él y su familia, y sus supuestos amigos, que un día también quedarán en sus propios caminos.
Aunque las megaponeras, destrozan al prójimo, por la supervivencia, debemos tener en cuenta que no todas las hormigas, tienen este tipo de filosofía. Éstas representan al hombre despiadado, sin cultura, sin principios, y sin ciencia, que tiene que atacar a su semejante, para poder vivir él y su familia, y sus supuestos amigos, que un día también quedarán en sus propios caminos.
Los invito a visitar este video que se titula: Documentales de Animales/Insectos dominantes, Insectos, National Geographic, Animales Invertebrados, de una duración de: 6: 52, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=DDq64mQc6qk
"Como megaponera, han vivido muchos seres humanos, más el hombre justo, se alimentará, con su propio trabajo"
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