El cocodrilo es el cazador más grande de la jungla. Está escondido en el agua y sobresale ligeramente como si fuera un tronco marrón, observando y esperando la llegada del alimento. La mayoría de ellos sólo comen una vez por semana, pero cuando lo hacen quedan bastante satisfechos.
La naturaleza tiene aparentes misterios, como por ejemplo el comportamiento del cocodrilo: de comer, una vez por semana. Pero lo hace muy satisfactoriamente.
Parece que no se come un bocado en este período, es estricto en su temperancia. Se mimetiza con la apariencia de un tronco sobre las aguas.
Cualquier otro animal que venga a beber al río y se descuide creyendo que es un tronco, es tomado por sorpresa, cayendo en las duras mandíbulas de este depredador, quien la sujeta fuertemente y lo ahoga para luego consumirlo.
Hay seres humanos que son totalmente diferentes, porque ayunan una vez por semana, por asuntos de devoción o creencias religiosas. No se parece en nada este ayuno con el del cocodrilo, ya que lo hacen es por veinticuatro horas, y en algunas ocasiones consumen algún alimento ligero como jugos o frutas.
De todas maneras el ayuno es recomendable para solucionar algunos problemas del organismo. El asno cuando se siente enfermo, ayuna, y no para su ayuno, hasta que no se sana de su enfermedad.
Es increíble observar cómo el hombre y el animal tienen principios muy similares. Los ríos cuentan la historia del cocodrilo, y la jungla, su leyenda.
En la naturaleza, los animales se disfrazan o se transforman para poder sobrevivir y la jungla es su casa, es donde habita este ser que satisface el apetito cada vez que come. No dejan de ver las posibilidades cada día, pero sólo consumen el alimento, cuando lo necesitan realmente.
En realidad este animal tiene una buena virtud que es la abstinencia al hacerlo una vez por semana, lo cual nos llama la atención, y mucho más a los glotones e intemperantes, que no tienen control sobre su apetito.
La naturaleza en esta página del cocodrilo nos está enseñando el orden y la disciplina. La disciplina que es tan elemental en todos los aspectos de la vida del hombre. La disciplina es algo que favorece en primer lugar: la razón, y todos los sistemas que necesitan temperancia para poder activar las facultades del imperio de la mente.
Cuántos hombres que están en el vicio de la drogadicción, el alcohol y otros más, necesitan comprender la lección del cocodrilo, y ver que en la naturaleza están las respuestas a su enfermedad.
La intemperancia es uno de los gigantes que está acabando con casi tres partes de la población mundial y necesitan de nuestra ayuda para traerlos a la cultura de una razón que haya superado la crisis de estas enfermedades.
"El que controla su apetito, tendrá más uso del raciocinio, mientras que el intemperante, trastorna sus sentidos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario