Anoche estando reposando y dialogando con mi esposa, llegó un escarabajo verde tierno, y según pude ver por el comportamiento del escarabajo, los trastorna la luz. Casi a todos los insectos, una luz en la oscuridad, les hace perder los sistemas de orientación que posee el mundo de los insectos.
Pero éste me causó impacto, por la manera de actuar. Ya que se estrelló varias veces contra el bombillo y cayó a nuestros pies con las patas hacia arriba. Enseguida se puso a luchar con sus pastas tratando de voltearse nuevamente, hasta que al fin, después de un largo rato, lo logró.
El escarabajo se quedó quieto, aunque estos escarabajos son bastante resistentes a los golpes, creo que se sintió bastante aturdido por los golpes que se había dado. Y pasada media hora, armó nuevamente su vuelo.
Y por fortuna logró aterrizar cerca del bombillo y se quedó observando la luz que tantos golpes le había costado. Esta situación quiso aprovecharla una tuteca que se hallaba muy cerca, pero al acercarse al escarabajo, lo olfateó y decidió salir huyendo, dejándolo quieto.
Podríamos decir que al ser humano le sucede algo muy similar. La luz del conocimiento de la naturaleza o de la literatura, o de los diversos medios de comunicación que tiene la tierra, trastorna al hombre, cuando éste no es prudente para llegar a estas fuentes de suma importancia en el globo terráqueo.
El escarabajo sigue contemplando la luz con un espíritu recogido. La ciencia de la Biología, es una luz que alumbra a la humanidad, y que le enseña, la prudencia y la observación que se necesitan para poder vivir una vida sin tantos golpes y sin tantos yerros que perjudican al género humano.
"En la Biología he puesto la luz de las ciencias, y en el escarabajo verde, que aprende de sus golpes, la inteligencia"
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