lunes, 9 de mayo de 2016

LOS DOS MUNDOS DE LA ALONDRA

Las alondras, son aves propias de Europa, Asia y del Norte de África; y en América, sólo se conoce un tipo de estos aláudidos, que es la llamada alondra cornuda.  Estas aves, tienen un comportamiento muy interesante, porque ponen sus huevos en un nido en la tierra, y la mayoría del tiempo, se la pasan en el aire, volando y cantando.

Parece que las alondras vivieran en dos mundos: el terrestre y el aéreo.  La mayoría de la humanidad, tiene el mismo comportamiento de esta ave, teniendo sus bienes y su familia, aquí en el planeta tierra, creen que ellos realmente deben vivir es en el cielo.

E incluso quieren que la música sea diferente, porque no quieren aceptar la realidad del lugar en donde viven.  Esta ave tiene una vida, diríamos que doble, pero lo que más sorprende del ave es que cuando está en pleno vuelo, no quiere regresar a la tierra, pues quiere que su vuelo, sea eterno.

De esta manera y con este comportamiento se identifica con el cristianismo, en el mundo de las creencias populares de la tierra.  La ornitología, nos enseña dos mundos, y lo más agradable, es que ambos poseen música.

Al entender la alondra, su manera de vivir y entrando en sus dos mundos, esta ciencia, nos señala sus dos culturas.  Las alondras son aves cuya carne es muy exquisita, y han tratado de tenerlas en cautiverio, pero no ha sido posible.

Sin embargo, su ciencia, nos señala una vida dividida, donde hay que vivir para dos mundos totalmente diferentes.  Son cosas muy naturales que la ornitología, debe exponer al mundo, la ciencia de estas aves, que mal interpretada la vida de ellas, nos pondrían en terribles aprietos con nuestra familia y con nuestros amigos.

Es importante que entendamos una vida, un estilo de vida que nos permita desarrollar un mundo como el de la tierra, que es de donde estas aves, provienen.  Analizar el nido llamado tierra, y poder estructurarnos a medida que cuidamos este nido de seres humanos, y no hacer como la alondra que no se le nota mucho interés por su pasado y sus bienes.

Busquemos una ciencia que nos permita no solamente reconocer el pasado, sino también el futuro, La tierra es la fuente de inspiración para todas las tecnologías y las que están por desarrollarse en el mundo de las civilizaciones, y las alondras humanas que quieren vivir alucinando y entonando canciones del cielo, bien pueden caber en el mundo de la ornitología y la ciencia.

"Dos mundos vive el insensato, mientras que el sabio explora el suyo"

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