Las letras, son el oro y la plata, más preciosos del ser humano. Pero han venido muchos Filósofos a este mundo, y nos han puesto a creer que los tesoros más valiosos, son las perlas preciosas y todo tesoro codiciable.
En mi experiencia personal, no he sido un hombre muy seguidor de los tesoros codiciables. Me he interesado por el reposo, la tranquilidad y la paz. Porque el dinero, tiene muchos enemigos, y se dice que es la raíz de todos los males.
Nos queda aún una Filosofía muy razonable, que es la de poseer una cultura, que está por sobre las piedras preciosas, y los tesoros que codicia la humanidad. Realmente las letras, son el auténtico tesoro, porque te hace intérprete, te hace social, te hace participativo, y te hace comprensivo, para un mundo donde escasamente sus riquezas, son el oro y la plata.
La inteligencia busca las mejores redes de ciencia, para alimentarse del conocimiento de la tierra, así como el zancudo busca la sangre, y cuando la halla, simplemente la succiona con su "jeringa", y se alimenta sin tanto stress, sin tanto trabajo, y de esta manera, logra este insecto vivir de una forma muy particular, viviendo una vida totalmente reposada.
De igual manera el hombre debe buscar los símiles en la naturaleza, que le enseñan a vivir una vida que no tenga tantas complicaciones en el aspecto económico, y que el espíritu de avaricia, se desaparezca, así como las nubes en verano.
Debemos comprender que el hombre ha sido formado para poseer el mundo, y no para que un par de perlas preciosas, lo lleve muchas veces a su propia autodestrucción.
"El hombre cuerdo, no llena su casa de bienes materiales, más bien, vive en pro de una cultura superior"
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